Detenidas dos personas por obligar a prostituirse a mujeres en Zaragoza

La Policía Nacional ha detenido a dos personas como presuntas autoras de un delito de trata de seres humanos con fines de explotación sexual. Ambos captaban a mujeres extranjeras con falsas ofertas de trabajo para recluirlas en pisos de Zaragoza, donde las obligaban a prostituirse y les exigían una deuda de casi 5.000 euros.

Zaragoza.- La Unidad Contra las Redes de Inmigración y Falsedades Documentales (Ucrif) de la Policía Nacional, tras una operación llevada a cabo durante el mes de febrero, ha procedido a la detención de una mujer de origen colombiano y un hombre de origen español, como presuntos autores de un delito de Trata de Seres Humanos con Fines de Explotación Sexual. 

Los detenidos al parecer habían establecido un “modus operandi” para traer al país a mujeres extranjeras, fundamentalmente latinoamericanas, las cuales eran engañadas con falsas ofertas de trabajo para desarrollar una actividad laboral en España, el contacto inicial se establecía principalmente por vía telefónica e Internet, ofreciéndoles trabajos como cuidadoras de ancianos y niños. 

Las mujeres explotadas viajaban desde sus países de origen hasta el Aeropuerto de Adolfo Suarez Madrid Barajas, con billetes comprados por los detenidos, una vez en el país, estos las conducían en sus vehículos particulares hasta la ciudad de Zaragoza, donde las recluían en pisos.

A los pocos días de estar retenidas en los pisos, los detenidos al parecer informaban a las mujeres de que habían contraído con ellos una deuda cercana a los 5.000 euros y debían trabajar como prostitutas para saldarla. Igualmente debían de satisfacer una serie de gastos diarios relativos al alojamiento, manutención, intereses de la deuda y multas si no mantenían relaciones sexuales con suficientes clientes.

A las mujeres explotadas se les retiraba el pasaporte y demás efectos personales, siendo trasladadas hasta los clubes en donde eran obligadas a ejercer la prostitución. Los detenidos siempre ejercían además una fuerte vigilancia sobre las víctimas, e incluso se las amenazaba con causarles daños a sus familiares en sus países de origen si no cumplían sus exigencias.