Absueltos un constructor y su hija de una estafa inmobiliaria en Villanueva de Gállego

La Audiencia Provincial de Zaragoza ha absuelto al constructor Pedro José Ansó Ansó y a su hija Berta, que estaban acusados de una estafa inmobiliaria en Villanueva de Gállego. La Fiscalía solicitaba, para cada uno, cuatro años de prisión por estafa y alzamiento de bienes. El Supremo les absolvió recientemente por una causa similar.

Zaragoza.- Los constructores Pedro José Ansó Ansó y su hija Berta ya son viejos conocidos de los tribunales aragoneses por su actuación en diferentes promociones inmobiliarias. De su última causa, centrada en una estafa de 500.000 euros en Villanueva de Gállego y que fue enjuiciada la semana pasada, han sido absueltos.

La Audiencia Provincial de Zaragoza así lo ha fallado al entender que el empresario pretendía construir las viviendas proyectadas, ya que “se efectuaron las operaciones de acondicionamiento del solar, solicitaron las oportunas licencias, así como hicieron los trámites necesarios del proyecto de edificación, seguridad y salud necesarios”.

Los magistrados también recalcan que los encausados ofrecieron a los denunciantes una serie de inmuebles y locales “cuando supieron que la edificación no era posible por falta de financiación y que éstos rechazaron dicho ofrecimiento”. Además, señalan que Berta Ansó sólo actuaba como apoderada.

Ambos fueron juzgados por un delito de estafa (alternativamente de apropiación indebida) y otro de alzamiento de bienes, enfrentándose a cuatro años de prisión. La operación inmobiliaria ocurrió en 2007 cuando el acusado, a través de la sociedad Bardají Delicias S.L. firmó un contrato privado de compraventa con un matrimonio, al que conocía previamente por haberle comprado el solar donde se iba a levantar una promoción de viviendas en la localidad zaragozana de Villanueva de Gállego.

La pareja lo compró en 1995 por 12 millones de pesetas y lo vendió a Ansó en 2007 por 2,8 millones de euros. En dicha escritura, el matrimonio entregó 500.000 euros para adquirir tres pisos con garajes y trasteros. El acuerdo podía ser rescindido por cualquiera de las partes en tres meses y la empresa se obligaba a devolver el importe más un 5% en concepto de intereses. Como avalista estaba Berta Ansó y la garantía de un local.

Pasó el tiempo y la edificación no se realizó. Ante ello, el matrimonio comprobó que las obras no comenzaban y quiso rescindir el contrato para ejecutar el aval o recuperar el dinero. Nada de ello consiguieron. De hecho, durante la vista oral, el empresario alegó estar en la ruina.

El Tribunal Supremo les absolvió en una anterior causa a la que fueron condenados a dos años de prisión por vender el 50% de una finca que no era suya para la construcción del Mercadona de La Almunia de Doña Godina (Zaragoza). Este hombre, de 69 años, sí fue condenado en 2010 por intentar sobornar al concejal de CHA de Ricla para edificar en un terreno.