Teruel desde la autocrítica

Han pasado ya unas semanas desde el 6 de mayo y por lo tanto creo que es momento de que los turolenses en particular nos planteemos una serie de cuestiones. No se puede dudar del éxito de la convocatoria ni de lo justas de las reivindicaciones, creo que sobre esto ya se ha dicho todo lo que se podía decir. La verdad es que si no profundizamos mas allá de estas dos cuestiones todos podemos congratularnos, justos y pecadores, darnos palmadas en la espalda y decir que ha sido un hito.

Han pasado ya unas semanas desde el 6 de mayo y por lo tanto creo que es momento de que los turolenses en particular nos planteemos una serie de cuestiones. No se puede dudar del éxito de la convocatoria ni de lo justas de las reivindicaciones, creo que sobre esto ya se ha dicho todo lo que se podía decir. La verdad es que si no profundizamos mas allá de estas dos cuestiones todos podemos congratularnos, justos y pecadores, darnos palmadas en la espalda y decir que ha sido un hito.

Pero... ¿soluciona este hito histórico algo por sí mismo? ¿Solucionó algo el anterior hito histórico que protagonizo la plataforma Teruel Existe? En mi opinión y sintiéndolo mucho no. Sirvió al igual que actualmente para visibilizar el problema, no es poca cosa, pero no es una solución en sí misma, para muestra tenemos la situación actual, no hay nada como la realidad para comprender que los titulares y las buenas intenciones no son garantía de nada.

Estamos asistiendo estos días a una de las consecuencias que tiene la visualización de este problema, ni más ni menos que el circo del “ Y tu mas”, un consejero que acusa de nostálgicos a las y los manifestantes, las cuales sufren las consecuencias de las políticas y modelos económicos aplicados en el territorio, vemos al presidente del gobierno de Aragón esgrimiendo las cifras inversoras contra el gobierno central diciendo que el problema de Teruel no es Aragón sino Madrid, por su parte Madrid, pronto si aun no lo ha hecho, ondeará alguna otra cifra para acusar a las autonomías, el presidente de la diputación de Teruel dice que nadie ha hecho más que ellos por esto y lo otro y tal y cual y Pascual... y así entraremos en este cansino bucle histórico del que solo saldremos el día en el que los responsables políticos y el conjunto de la sociedad entonemos el mea culpa de la “autocrítica”, que importante palabra esta de la que huyen nuestro políticos como huye la liebre del zorro, y que difícil se nos hace de asimilar y de interiorizar a todos y todas. Si no la ponemos en práctica, nunca seremos capaces de plantear desde la humildad y el análisis profundo y concreto del modelo económico y social actual, una alternativa real y efectiva contra la despoblación.

Porque no podemos estar toda la vida discutiendo sobre si llega o no llega dinero, porque no podemos estar toda la vida viendo como se señalan unos y otros, porque no podemos estar toda la vida pidiendo a mama Europa que abra mas las llaves de paso de las inversiones cuando no somos capaces de hacer una mínima autocrítica constructiva sobre qué narices hemos estado haciendo con el dinero, las inversiones y las políticas aplicadas, y digo hemos porque los responsables de gestionar todos estos fondos de ayudas, de realizar y aprobar los reglamentos, decretos, normativas en las diferentes instituciones empezando por las más cercanas, ayuntamientos, comarcas, diputaciones, gobierno autonómico no han sido impuestos desde el planeta Marte, los hemos puesto nosotros y nosotras, las turolenses, con nuestros votos cada 4 años. Estos representantes públicos que han tenido responsabilidades de gobierno y gestión son los que nos han traído en este viaje hasta la nada y en esto tu, yo y todas tenemos alguna responsabilidad, aquí empieza la tan necesaria autocrítica, en cada una de nosotras.

Para empezar con el proceso de análisis real de la situación y poder plantear alternativas al modelo económico actual, a estos modelos de fondos de inversiones o diferentes planes de ayudas (los cuales ya tienen los certificados que los avalan como fracasos) y para romper con ese bucle de la hipocresía y no asunción de responsabilidades que aboca Teruel a la desaparición, hay que poner luces y taquígrafos a los mismos, no puede ser que en veinte o treinta años no se hayan realizado las correspondientes auditorias que nos permitan al conjunto de la sociedad saber que retorno social a tenido cada euro invertido, cuantos puestos de trabajo se han creado, cuáles han sido el coste y sobrecostes de las infraestructuras, quienes se han beneficiado de como se gestionan estos fondos y ayudas, que efecto tienen las inversiones a fondo perdido, cuales son las clausulas sociales si las hay para que una empresa tenga acceso al capital destinado a la reindustrialización de las comarcas mineras a través del plan MINER, que nombres y apellidos han estado al frente de todas estas políticas, con sus aciertos si los hay y con sus errores más que evidentes.

Son tantas las preguntas que podrían obtener respuesta a través de estas auditorías que muchos de los adalides de la provincia de Teruel, a los cuales se les ha llenando la boca durante más de veinte años sobre que siempre han hecho lo mejor por Teruel no quieren ni oír hablar de las mismas aun teniendo las herramientas necesarias para su realización a través de la UE.

¿Seremos tan necios como para permitir la extinción de una provincia por el egoísmo y el orgullo de los que nos han traído hasta aquí?, ¿haremos el esfuerzo personal y colectivo de fiscalizar y exigir la realidad económica y contable de la provincia y así partiendo del conocimiento cada uno poder proponer un modelo social y económico para toda la ciudadanía? Necesitamos una alternativa real a este modelo que ya esta fracasado, en definitiva encontrarle el agujero al saco que es la provincia para poder zurcir lo de una puñetera vez y que deje de perderse la vida digna por él.