Opinión

2018, un tiempo muy cambiante

2018 se ha caracterizado por ser un año húmedo en nuestro país. La nieve del invierno y las lluvias de la primavera e inicios del verano han permitido, por un lado, obtener buenas cosechas y, por otro, llenar nuestros embalses y aumentar la reservas de agua de nuestros acuíferos. Pese a ello en algunos pueblos de Aragón como Cretas este año tienen problemas para abastecer de agua a la población que en verano aumenta considerablemente.

2018 se ha caracterizado por ser un año húmedo en nuestro país. La nieve del invierno y las lluvias de la primavera e inicios del verano han permitido, por un lado, obtener buenas cosechas y, por otro, llenar nuestros embalses y aumentar la reservas de agua de nuestros acuíferos. Pese a ello en algunos pueblos de Aragón como Cretas este año tienen problemas para abastecer de agua a la población que en verano aumenta considerablemente.

Más inquietante sin embargo ha sido la ausencia de precipitaciones y el incremento notable de temperatura que se ha producido en la zona norte de Europa. Allí están acostumbrados a que llueva y a que las temperaturas sean mucho más suaves que las que han tenido este año. Sus características climatológicas hacen que no dispongan de grandes infraestructuras para almacenar agua en caso de sequía y esto les ha llevado a tener serios problemas en muchas zonas de sus países; además de ver cómo sus cosechas se reducían enormemente  y cómo el ganado tenía serios problemas para alimentarse incluso para poder tener agua. Es paradójico que en países como Suecia, donde las praderas permanecen verdes incluso en verano, este año se han agostado. Incluso han tenido que suministrar agua al ganado en algunos casos con helicópteros

En España las políticas hidráulicas desarrolladas a lo largo del tiempo, pero de manera más notable en el siglo XX, han contribuido a que podamos almacenar agua para en caso de sequía poder abastecer durante un tiempo a la población y también a la agricultura, a la industria y a los servicios. Creo que debemos  felicitarnos de nuestras infraestructuras y del importante papel que desempeñan, en términos generales. Y creo que en el futuro habrá  que seguir trabajando en ello para asegurar agua a la población y a los sectores económicos,  incluso ante sequías pertinaces.

Además, las políticas de ahorro de agua están sirviendo para ser más eficientes y por lo tanto para hacer un uso más sostenible de este recurso que es irremplazable y que a fecha de hoy el hombre no ha sido capaz de producir a gran escala.

Finalmente creo que entre todos debemos desarrollar una futura política hidráulica sostenible razonable y que asegure su disponibilidad incluso en tiempos de sequía, respetando los aspectos ambientales.