Carmen Vicente: "En el San Juan de Dios ofrecemos una atención integral al paciente, también su parte emocional y espiritual"

Carmen Vicente es la nueva gerente del Hospital San Juan de Dios de Zaragoza. Con una larga trayectoria en el sector sanitario, Vicente llega al cargo con el objetivo de reforzar la vocación de servicio público del centro, potenciar los Equipos de Soporte de Atención Domiciliaria y seguir dando apoyo a la sanidad pública donde no llega.

Zaragoza.- El Hospital San Juan de Dios es todo un referente en la capital aragonesa. Más de 30.000 de zaragozanos han nacido allí desde que abrió sus puertas en los años 40 como clínica quirúrgica y maternal. A lo largo de este tiempo, el centro hospitalario ha ido evolucionando en su oferta de servicios y aunque ya no hacen cirugías ni atienden partos, destaca por su actividad asistencial en áreas como la geriatría, la rehabilitación, la hemodiálisis o los cuidados paliativos. También colabora, desde 1985, con la sanidad pública para complementar su oferta.

El pasado 4 de septiembre, Carmen Vicente asumió la Gerencia del Hospital San Juan de Dios. Con una larga experiencia en puestos de responsabilidad en centros sanitarios como el Hospital Miguel Servet de Zaragoza o el Virgen del Camino de Pamplona, Vicente ha sido también directora del 061. Ahora inicia una etapa al frente del San Juan de Dios con el objetivo de reforzar su vocación de servicio público para todos los aragoneses.

Pregunta.- Acaba de ocupar la gerencia del Hospital San Juan de Dios. ¿Cómo ha sido la llegada?
Respuesta.- Después de trabajar bastantes años en el sector público, me surgió la oportunidad de poder trabajar en el Hospital San Juan de Dios. Me pareció un centro con una gran vocación de servicio público y creo que es una oportunidad para poder aportar mejoras al hospital. Tiene un equipo directivo con el que he encajado muy bien y considero que vamos a poder hacer avances importantes. En estas semanas ya me he reunido con el comité de empresa, voluntarios, la Junta de Gobierno… He tenido muy buena acogida por lo que estoy muy contenta con la llegada.

P.- ¿Qué servicios ofrece el centro?
R.- Cuando nació el hospital en los años 40 ofrecía principalmente servicios quirúrgicos y de maternidad, muchos zaragozanos han nacido allí. Con el tiempo, se ha ido transformando, adaptándose, sobre todo, a las necesidades y crecimiento de la sanidad pública. Actualmente, se dedica fundamentalmente a la cronicidad; a la autonomía y rehabilitación del paciente; a los cuidados paliativos, con camas de larga y media estancia, y a la geriatría, ya que nos derivan pacientes de los hospitales públicos.

El Hospital San Juan de Dios abrió sus puertas en los años 40
El Hospital San Juan de Dios abrió sus puertas en los años 40

Otro servicio importante es el de hemodiálisis. Lo ha tenido casi desde su creación y dispone de 40 puestos. Sin embargo, en los últimos años, los dos grandes hospitales de Zaragoza han hecho unidades nuevas que, sumado al aumento de trasplantes y las hemodiálisis domiciliarias, nos obliga a reordenar nuestro servicio e ir hacia nuevas tecnologías. En este aspecto, estamos haciendo un proyecto piloto con nuestros nefrólogos para poder hacer consultas virtuales en las que pacientes de todo el mundo puedan resolver sus dudas.

También tenemos rehabilitación y convalecencia. El año pasado se creó un servicio bastante novedoso para dar rehabilitación a personas con daño cerebral, con ictus y lesiones medulares. El servicio está integrado por un equipo multidisciplinar que tiene medicina interna, un neurólogo, un neuropsicólogo y un logopeda. Además se ha creado un gimnasio robotizado. Por lo que nos gustaría que esos pacientes que necesitan estos cuidados puedan ser tratados aquí, en el San Juan de Dios.

P.- ¿En qué es referente el Hospital San Juan de Dios en la ciudad?
R.- Los cuidados paliativos son el sello de identidad. Hay un índice de satisfacción muy alto por parte de los pacientes. Aquí se atienden a personas con enfermedades en fase terminal, oncológicos y no oncológicos, con 26 camas de hospitalización. Y también contamos los ESAD, los Equipos de Soporte de Atención Domiciliaria, formados por médico y enfermero, que atienden a la mayor parte de la población de Aragón, excepto a la población del Clínico y del Servet, en Zaragoza, y Teruel. Pero el resto lo cubrimos nosotros con unos índices de satisfacción muy altos. Por eso queremos seguir creciendo dentro de los ESAD, nos gustaría poder cubrir el 100% para dar el mismo servicio a todos, porque está muy reconocido.

P.- Uno de sus proyectos pioneros es la plataforma CASA. ¿Cómo está funcionando?
R.- La plataforma CASA (Continuidad Asistencial y Soporte Avanzado) es un servicio reciente e innovador. Es un soporte informático, tipo call center, atendido por personal de enfermería y que permite hacer un seguimiento del paciente una vez que es dado de alta del hospital y enviado a su domicilio. A través de CASA se vigila al paciente para que no empeore o tenga que ser ingresado de nuevo. Ahora estamos haciendo un piloto con residencias para que los auxiliares geriátricos monitoricen o hagan seguimiento de los cuidados básicos que requieren las personas mayores.

También la queremos desarrollar, y creo que será el futuro de la plataforma CASA, orientándola hacia la soledad en el anciano. A San Juan de Dios le preocupa mucho este tema, siempre se preocupa por los asuntos sociales de las personas más frágiles o desfavorecidas, y queremos ver si la plataforma es capaz de ayudarnos a dar soporte y detectar a los ancianos que viven solos. Nos gustaría explorar este tema y trabajar conjuntamente con otras instituciones que también están preocupadas. Hay más de 80.000 ancianos que viven solos en Aragón y es un problema.

P.- Otro servicio referente es el de la odontología infantil para niños con discapacidad…
R.- Sí, es un servicio más modesto que ofrecemos. Los centros de Atención Primaria atienden una cartera básica de servicios de odontología infantil, pero nosotros nos centramos en estos niños que requieren unas habilidades por parte del médico porque algunos son autistas o tienen enfermedades o trastornos que hacen que sea más difícil relacionarse con ellos y el médico tiene que estar más especializado. Tenemos una doctora que se ha formado en el hospital de Barcelona, donde también enviamos a niños. Pero nos gustaría poner los medios necesarios para que estas familias aragonesas no tengan que desplazarse y puedan ser atendidos aquí.

Vicente llega al cargo con el objetivo de reforzar la vocación de servicio público del centro
Vicente llega al cargo con el objetivo de reforzar la vocación de servicio público del centro

Un centro privado de vocación pública

P.- ¿Cómo han sido las relaciones con la Administración Pública a lo largo de la historia del hospital?
R.- Como ya he comentado, al principio fue un hospital privado dedicado a maternidad y cirugía. Posteriormente, para el año 1985 empezaron las relaciones con el Instituto Nacional de la Salud (Insalud) y se concertaron ciertos servicios que el Insalud no disponía o no tenía en su cartera de servicios. Posteriormente, en 2001, se hicieron las transferencias de las competencias sanitarias a las comunidades, y desde entonces se han ido haciendo diferentes contratos públicos o convenios. Ahora mismo tenemos encima de la mesa un nuevo convenio entre el Departamento de Sanidad del Gobierno de Aragón y el hospital para toda esa cartera de servicios que complementan la oferta de la sanidad pública.

P.- ¿Qué objetivos se ha marcado para esta nueva etapa?
R.- Los primeros objetivos son la firma de este convenio con la DGA que va a favorecer mucho a ambas partes y, sobre todo, a los pacientes. También a corto plazo estamos trabajando el Plan de Invierno, con el que damos soporte al Miguel Servet y al Clínico. Muchas veces estos centros se colapsan por personas mayores que no requieren hospitalización de agudos y, a través de este plan, los pacientes que no necesiten intervención ni pruebas diagnósticas que en el San Juan de Dios no tengamos, son derivados a nuestro hospital, donde les atendemos. Este año, como novedad, vamos a dar soporte también al Hospital Royo Villanova.

A medio plazo, los objetivos son continuar el desarrollo de la plataforma CASA, potenciar y fomentar la neurorrehabilitación y seguir apostando por los ESAD. Los pacientes oncológicos, que antes tenían un ciclo de vida más corto, se están volviendo más crónicos por el avance de la medicina, pero siguen necesitando esos cuidados paliativos en los domicilios. Por lo que la demanda de ESAD es cada vez mayor y nos gustaría poder crecer y seguir dando ese servicio a todo el que lo necesite.

El centro cuenta con 40 puestos de hemodiálisis
El centro cuenta con 40 puestos de hemodiálisis

Por último, a largo plazo, siendo más optimistas y mirando al futuro, vamos a buscar un hilo conductor de hacia dónde queremos que vaya este hospital. Y creemos que puede crecer en rehabilitación y en autonomía del paciente ayudando a la sanidad pública en aquellas áreas donde tiene muchas demoras o más presión y se ve desbordada. Una solución podría ser crear cirugía mayor ambulatoria, para aliviar listas de espera dentro de la línea de rehabilitación y traumatología. También nos gustaría explorar, dentro del compromiso de San Juan de Dios con la sociedad, la medicina deportiva enfocada a personas con discapacidad. Nos gustaría coger ese segmento y ver si es posible desarrollarlo.

P.- Además de los servicios que ofrece, ¿cuáles son los valores que caracterizan al centro?
R.- Todos los centros y hospitales de la Orden San Juan de Dios tiene una serie de valores comunes. Uno de ellos es la hospitalidad, que es como nació la orden. En Granada, en el siglo XVI, a Juan de Dios le tocó estar hospitalizado y vio cómo sufrían los pacientes en los hospitales y decidió actuar. Se convirtió en una orden mendicante que ayudaba a mejorar los hospitales.

Los valores son iguales en todos los centros, la hospitalidad y la atención integral a las personas, no solo a la enfermedad, también su parte emocional y espiritual. Pero además de la cristiana católica, también hay personas con otras creencias religiosas u otras necesidades espirituales que también hay que cubrir… En cuidados paliativos hay personas que están al final de la vida que sufren mucho y, aparte de tratar su enfermedad, hay que quitarse la bata de médico y atender a la persona, incluso a su familia, mejorar su entorno y ayudar a cubrir esa etapa de su vida. El respeto, la espiritualidad, la calidad… Todos esos son los valores que se trata de impulsar en todos los centros de la Orden San Juan de Dios.

P.- Este verano han firmado un acuerdo de colaboración con DYA para participar en el proyecto Deseo. ¿En qué consiste y cómo está funcionando?
R.- Cuando un paciente tiene un deseo y no se puede resolver con la familia o ésta no puede ayudarle, a través de las ambulancias de DYA intentamos ayudarles. Hasta ahora hemos tenido varias iniciativas, como unas bodas de oro o una paciente que quería ir al cumpleaños de su hija en Garrapinillos. De manera totalmente altruista, las ambulancias de DYA ayudan a estos pacientes que, por falta de recursos o porque la enfermedad no se lo permite, no pueden llevar a cabo ese deseo por sí mismos. Es un proyecto que nos da mucha satisfacción.

Sala de neurorrehabilitación del hospital
Sala de neurorrehabilitación del hospital

P.- El Hospital cuenta con un área de obra social. ¿Qué labor se hace desde aquí?
R.- El hospital tiene un eje solidario que se vertebra en tres puntos: la Obra Social, el voluntariado y la cooperación internacional. La Obra Social se despliega en muchas actividades que hacemos a lo largo de todo el año. En estos momentos se está trabajando con la Dirección General de Consumo con los afectados por iDental que tienen una serie de requisitos de dificultades económicas. Vamos a intentar ayudarles con recursos de la Obra Social. De hecho, del 3 al 6 de octubre habrá un outlet de ropa de marca en el hospital para recaudar fondos.

Además, en la Obra Social también se apoya a pacientes que necesitan ropa, enseres básicos, comida, medicación, con nuestra farmacia solidaria… También se han sumado taxistas solidarios para realizar transportes gratuitos a personas sin recursos. La Obra Social cada vez va cogiendo más fuerza y es un sello de identidad del hospital. Próximamente, nos vamos a adherir a la red de responsabilidad social corporativa nacional donde ya hay presencia de grandes hospitales de España, donde van a surgir muchas iniciativas.

La segunda pata es el voluntariado. Nuestro equipo está formado por más de 150 personas voluntarias con formación específica y realizan diferentes programas. Uno de ellos es el acompañamiento a personas solas en las horas de las comidas, por la noche, en fines de semana, para hacerles gestiones, etc. Cada vez llevamos a cabo más programas porque la parte social nos importa mucho.

Por último, la tercera pata es la cooperación internacional. San Juan de Dios tiene unos 70 centros en España, pero tiene presencia en muchos países del mundo y tenemos médicos y enfermeros que viajan a otros lugares en labores de cooperación. El San Juan de Dios de Zaragoza, por ejemplo, está hermanado con el de Camagüey, en Cuba, y hemos recaudado fondos para recursos que necesitaban allí. En el outlet del año pasado se recolectaron 15.000 euros que se enviaron a Cuba.

Con todo ello queremos abrir el hospital a todo el mundo, queremos ser un centro comprometido con toda la sociedad.