Incautan más de 2.700 kilogramos de carpas y siluros en una nave de San Juan de Mozarrifar

La Guardia Civil está investigando a tres hombres por manipular pescado capturado de manera ilegal en una nave de San Juan de Mozarrifar. En total, fueron intervenidos 2.700 kilogramos de carpas y siluros congelados para mantenerlos frescos. El objetivo era trasladarlos a Rumanía, donde tendrían un precio de 8.000 euros.

Zaragoza.- La Guardia Civil está investigando a tres hombres de nacionalidad rumana, de 44, 42 y 25 años, como presuntos autores de varios delitos contra la salud pública, otro relativo a la protección de la flora y fauna, y otro por pertenencia a grupo criminal. Se les acusa de manipular pescado capturado de manera ilegal, siendo intervenidos 2.700 kilogramos de carpas y siluros en una nave de San Juan de Monzarrifar. Se calcula que este pescado tendría un precio de 8.000 euros en Rumanía, país de destino de las piezas.

Las investigaciones comenzaron el pasado 27 de septiembre cuando los agentes realizaron una inspección del inmueble. Allí hallaron una cámara frigorífica que almacenaba cajas de plástico que contenían gran cantidad de ejemplares de siluros y carpas. Los envases se encontraban apilados y con hielo para mantener el pescado más fresco.

En la nave también localizaron una máquina para hacer hielo en funcionamiento (situada muy próxima a la cámara frigorífica), tres embarcaciones neumáticas, artes de pesca (cañas de pescar con sus carretes, botas de agua, vadeadores, ganchos), un motor de embarcación, cinco sacos que contenían redes de pesca, dos básculas de pesaje, y numerosas cajas de poliespán y plástico para almacenar los ejemplares y otras herramientas.

Durante la inspección, los agentes identificaron a dos personas que regentaban la nave, quienes informaron que únicamente se dedicaban a la actividad de la pesca, y que era un tercero el titular del alquiler de la misma. Tras localizar al arrendatario y personarse en la instalación, le fue solicitada la documentación que acreditase la procedencia y almacenamiento de la mercancía. Al carecer de los documentos, los veterinarios del Servicio de Sanidad procedieron a levantar acta para la destrucción del pescado al ser declarado no apto para consumo humano.

Modus operandi

De la investigación se ha podido determinar que dicha nave fue alquilada en el mes de abril, presuntamente para almacenar materiales de construcción, desconociendo el propietario de la misma que el arrendatario estuviese dedicándose a esta actividad ilegal.

Además, se pudo constatar que los ejemplares eran capturados en el río Ebro, durante la tarde-noche, con redes y numerosos anzuelos en la misma línea, y que los identificados instalaban cañas de pescar en ese punto del río para que, en caso de ser sorprendidos por las fuerzas de seguridad únicamente pudieran ser denunciados al carecer de licencia o en horario no permitido. Una vez retiradas las redes, los ejemplares capturados eran introducidos en un vehículo y cubiertos con las embarcaciones desinfladas para ocultarlos por si, durante el trayecto, fuesen identificados en algún control.

La mercancía se trasladaba a la nave, donde se manipulaba y disponía en cajas con hielo para mantener el pescado fresco, hasta que fuese introducido en furgonetas frigoríficas para su transporte a Rumanía.