SANIDAD

Cabezudos, bomberos y otros colectivos llevan la alegría de los Pilares a los niños del Hospital Infantil

Los cabezudos, los bomberos o el Zaragoza CFF han llenado de ilusión y alegría las habitaciones del Hospital Infantil donde se encuentran ingresados los niños. Con esta tradición, que se remonta a los años 90, se quiere llevar un pedacito de las Fiestas del Pilar a todos los pequeños que están hospitalizados durante un periodo más largo.

Zaragoza.- Las Fiestas del Pilar han llegado con antelación al Hospital Infantil. Esta mañana en los pasillos del centro sólo se escuchaban risas y se veían amplias sonrisas, con las que los cabezudos, los youtubers Patty Dragona, Makiman 131, Camilo y Fix Five, los bomberos, el Zaragoza CFF o los pilotos de la base aérea han llenado las salas donde se encuentran estos pequeños de ilusión y alegría.

Una alegría y entusiasmo que el gerente del Hospital Universitario Miguel Servet, José Manuel Aldámiz, ha valorado de forma muy positiva destacando "que esta jornada es un día de alegría para todos los que trabajamos aquí, ya que ver la sonrisa de todos los niños a la hora de recibirlos en sus habitaciones es un regalo. Para ellos supone una mañana diferente que se les pasa muy rápido y en la que pueden divertirse".

Por su parte, el capitán del Ala 15, Rodrigo Pérez, ha destacado "la suerte y la emoción que supone para nosotros el venir aquí, porque compartir un tiempo con estos chicos y ver que les ilusiona a nosotros nos da una satisfacción enorme".

Sus protagonistas, los niños hospitalizados, han reconocido que "este día para nosotros supone un regalo", ya que "nos divertimos mucho y pasamos un día diferente a resto". Otra de las niñas ha destacado que ella "de mayor" quiere ser como los pilotos que les han visitado esta mañana y que les han obsequiado con mapas de aviones o pequeños cascos. Los payasos también han visitado las salas donde están estos niños y han jugado durante un tiempo con cada uno de ellos.

Un año más los pasillos del hospital han vuelto a respirar alegría y emoción para que los niños ingresados se olviden durante unas horas de su hospitalización.