Zaragoza.- Las últimas declaraciones del consejero de Economía y Cultura de Zaragoza, Fernando Rivarés, respecto a la polémica ente Ayuntamiento y DGA por la deuda que mantienen ambas instituciones y la reunión bilateral en la que se iba a tratar este asunto este 17 de octubre, ha tenido contestación este miércoles por parte del consejero de Presidencia del Gobierno de Aragón, Vicente Guillén.
En opinión del consejero autonómico, si finalmente no se ha podido celebrar en la fecha acordada se debe a que "el señor Rivarés dijo en un momento determinado que el 17 no le parecía una fecha adecuada, seguramente, porque estaba con la resaca de las Fiestas del Pilar". También ha dicho del consejero municipal que entonces "proponía que se alargase, no sabemos hasta cuándo".
En base a ello, ha justificado la reacción del presidente del Aragón, Javier Lambán, que tomó la determinación de no esperar a la reunión y ordenar el ingreso de los 30 millones que la DGA considera es la cuantía que la Comunidad le debe a la capital. La respuesta de Lambán "ha sido clara", según Guillén, porque "la resaca del consejero no puede ser lo que perjudique a los habitantes. Por eso ha dado la orden para que se liberen los fondos que asume que tiene que trasladar".
Como en anteriores ocasiones, el consejero autonómico ha mantenido que esa es la cifra que debe abonar la DGA porque de lo contrario "incurriría en prevaricación" por llevar la contraria a lo que dicen los técnicos del Pignatelli. En este sentido ha puesto el ejemplo del tranvía. "Intervención dijo que esta deuda se tiene que liquidar aportando 9 millones", y no 40 como mantiene el Consistorio. Y, "si Rivarés no está de acuerdo -añadía Guillén-, tiene las vías judiciales abiertas".
