Zaragoza y Navarra recuerdan a las víctimas del Tercio de Sanjurjo en un emotivo homenaje

El cementerio de Torrero ha acogido hoy un emotivo homenaje en memoria de las víctimas del Tercio de Sanjurjo, fusiladas en la capital aragonesa en el año 1936. Hasta allí se han desplazado más de 350 familiares de las víctimas y se ha descubierto un monolito que simboliza a los asesinados, así como el sufrimiento de sus allegados.

Zaragoza.- Zaragoza y Navarra han unido hoy sus manos en señal de recuerdo hacia las víctimas que fueron fusiladas en el año 1936, en el conocido como Tercio de Sanjurjo. El cementerio de Torrero ha sido la sede de un emotivo acto de homenaje, en el que se ha recordado a los fallecidos y donde, además, a partir de este sábado luce un monolito que recuerda los asesinatos. 

Concretamente, una estatua de Javier Unzué que representa a un hombre cabizbajo, con los brazos en alto y con un agujero en el pecho. Tiene un doble significado, por un lado simboliza a los asesinados en el momento del fusilamiento, con los brazos en alto mientras una bala taladra su corazón. Y, por otro, recuerda el sufrimiento de los familiares. 

Al acto han acudido más de 350 familiares de las víctimas, llegados desde tierras navarras, así como miembros del gobierno navarro, encargado de organizar el acto junto al Ayuntamiento de Zaragoza. Su consejera de Relaciones Ciudadanas e Instituciones, Ana Ollo, ha aseverado que "una sociedad amnésica nunca será democrática". 

En este sentido, ha incidido en "la necesidad de visibilizar y recuperar esa memoria, que la han transmitido desde hace más de 80 años los familiares o las asociaciones de víctimas". Algo en lo que ha coincidido el alcalde de Zaragoza, Pedro Santisteve, afirmando que "el olvido no puede ser, sin afán de rencor y venganza, pero no puede ser". 

Asimismo también se ha rememorado y reconocido a los familiares que exhumaron los restos de las víctimas en el cementerio de Torrero en el año 1979, resaltando el valor de su compromiso y trabajo por la memoria. El acto ha finalizado con una ofrenda en la que se ha depositado un clavel por cada asesinado.