Zaragoza.- “Valentía”, de Alfredo Sanzol, es Premio Nacional de Literatura Dramática 2017 y estará este viernes y sábado en el Teatro Principal. Una comedia que, según el actor Jesús Barranco, tiene un acto de valentía: “hacer comedia en el mundo contemporáneo”. Una disputa familiar entre dos hermanas por la herencia de la casa de veraneo familiar es el eje central de la historia. Tres parejas de hermanos, dos de ellas fantasmas, intentarán que las hermanas no se deshagan de la propiedad familiar.
Una historia del autor y director Alfredo Sanzol que nació a raíz de dos talleres de investigación propuestos a los actores de la obra pero que se basa en una historia real, en su propia casa de veraneo familiar que está sin vender, nexo de unión de toda la familia. Jesús Barranco, Francesco Carril y Natalia Huarte han presentado esta obra de la que esperan “que la gente disfrute y se lo pase bien”. Una obra que el gerente del Patronato Municipal de las Artes Escénicas y de la Imagen, Víctor López, ha animado a ver ya que “es un evento fijo en la programación del principal distinto al del año pasado con el que la gente se lo va a pasar muy bien”.
“Es una comedia de tres parejas de hermanos y durante toda la obra se habla de fantasmas y espíritus que quieren evitar que las hermanas vendan la casa”, ha explicado Huarte. “Fantasmas reales que se mezclan con fantasmas ficticios”, ha explicado haciendo referencia a las herencias que se van guardando en la mochila de cada uno y ante esto, la única fuerza que les podrá ayudar a continuar es la valentía.
Una comedia que para el actor Jesús Barranco es “un acto de valentía al hacer comedia sobre los dramas familiares en el mundo contemporáneo”. Él parte del miedo a la hora de actuar, miedo que le sirve para continuar, ya que “todos tenemos miedos internos y con esta obra la gente los experimentará”, ha anticipado.
La puesta en escena
La puesta en escena de la obra es una escena movible, en la que se puede jugar y además se invita a ellos. Comparable a una casa de muñecas en la que los actores van moviendo en escenario al son de la obra. Este espacio dinámico se combina con unos efectos de iluminación sorprendentes que generan espacios sobrenaturales. “Es divertido porque nosotros mismos movemos el escenario, jugamos con él”, ha relatado Huarte sobre esta obra que entremezcla el humor a través de la distancia que pone con el conflicto familiar.
