Zaragoza.- No pudo dejar este domingo la Sociedad Deportiva Huesca el farolillo rojo de la Primera División. Los hombres de Francisco anduvieron cerca de imponerse al Getafe en El Alcoraz, en lo que hubiera supuesto el primer triunfo oscense en la máxima categoría de su historia, pero un tanto de Jorge Molina en el descuento hizo trizas el sueño de la plantilla. Y les mantiene en el último puesto.
La imagen ha mejorado de manera evidente desde que Leo Franco dejara el banquillo altoaragonés y tomara las riendas Francisco, pero tampoco con él están llegando los resultados necesarios para acercarse a la permanencia. De hecho, ya está a dos encuentros, cuatro puntos, de acceder a la zona de salvación que marcan Villarreal y Athletic, este con un partido menos que disputa este lunes frente al Espanyol en tierras catalanas.
El entrenador de la S.D. Huesca, Francisco Rodríguez, reconocía al término del encuentro que había sido "un golpe bastante duro" porque el equipo había "hecho un partido fantástico". En este sentido, incidía en que el grupo había "dado todo, sabido interpretar el partido, siendo merecedor de los tres puntos", aunque eso sigue "sin dar para ganar y hay que seguir trabajando para mejorar cosas".
Lo cierto es que desde que el Huesca venciera en la jornada inaugural en Ipurúa, ante el Eibar, desde entonces son diez encuentros sin ganar los que acumulan los altoaragoneses. "Inconscientemente, por la situación que atravesamos, nos hemos metido atrás en los últimos minutos, que era lo que no queríamos, y ha llegado el tanto en una gran jugada de su delantero, que está en un gran momento”, lamentaba el entrenador andaluz.
La plantilla prepara desde este lunes el choque del próximo fin de semana, que tendrá lugar ante el Alavés en Mendizorroza el domingo a las 12.00 horas. Un rival que, a pesar de caer precisamente en Eibar, está siendo la revelación de la temporada y marcha cuatro en la tabla con 20 puntos. Los mismos que Sevilla y Atlético, segundo y tercero respectivamente.
