Zaragoza.- El ICA "en absoluto es perfecto" y "hay líneas de mejora" para hacerlo más justo. Es la primera conclusión que ha expuesto el catedrático de Derecho Financiero y Tributario de la Universidad de Zaragoza, Ismael Jiménez, ante los diputados autonómicos que forman parte de la comisión del estudio sobre el Impuesto de Contaminación de las Aguas DE Aragón (ICA).
Sin embargo, respecto a la principal "sonrojante polémica" al respecto: el pago del tributo por parte de aquellos municipios que gestionan su propia depuración, como Zaragoza, considera que deben pagarlo “no solo por solidaridad con los demás, sino por el deber de contribuir de quienes, además de vecinos de un municipio, son ciudadanos de Aragón". Y a continuación, ha seguido argumentando: "El mantenimiento de las aguas en buen estado es una responsabilidad de Aragón".
Zaragoza debe dar pero también recibir
Eso sí, ha apuntado que "sería esperable que de lo recaudado también participe la ciudad de Zaragoza". También que, “aunque en términos jurídicos, es posible cobrar a Zaragoza el recibo completo, en términos políticos, los zaragozanos no entenderían el pago completo". De esta forma, señalaba la posibilidad de que se les cobre "una parte", pero teniendo en cuenta que "compensar la pérdida recaudatoria -que supondría- no parece fácil ni a corto ni a medio plazo".
Jiménez ha repasado las distintas posibilidades que podría contemplar Aragón a la hora el pago del tributo, como que los municipios sean los que den el servicio y lo cobren de forma directa a sus ciudadanos, o que la Comunidad Autónoma se haga cargo de la gestión de todas depuradoras. Ambas las ha descartado por "inviables" debido al "caso tan extremo como es en nuestro", en relación a la situación demográfica y de despoblación que sufre Aragón.
Por todo ello, aboga por "diseñar un sistema más entendible", pero que no se quede en que "sencillamente zaragoza deje de contribuir" porque en ese caso "funcionaría mal". Entre estos cambios, ha enumerado unos cuantos, como "aplicación de la progresividad en la tarifa bajo el principio de que quién más tiene más pague, que quien tenga dificultades económicas sea eximido o bofinciado, y que se gestione de forma más sencilla".
Alerta de la insumisión fiscal
La aplicación del ICA es "la normal de un pequeño tributo, de moderada recaudación, gemelo de otros sobre aguas residuales que existen en otras partes de España", pero "con las peculiaridades propias de Aragón". Y ha comparado: Aragón recauda anualmente 69 millones, mientras Cataluña, 500 millones, y Comunidad Valenciana, casi 300 millones.
También ha recordado que para la suspensión del pago del ICA es necesario la aprobación de una ley, ya que un primer texto legislativo lo puso en marcha. Y que, respecto a la objeción fiscal, "que se desarrolló en España en los años 80, la Justicia declaró con toda rotundidad que como derecho, es inexistente, y no ampara al no pagador, sobre el que recaería el peso de la ley".
De esta forma, ha alertado a aquellos que no pretenden pagarlo de que "cuando llegue el momento de hacer frente el recargo de apremio y los intereses de demora quizá tendrán que pedir alguna responsabilidad", en referencia a aquellos que han alentado el impago.
