Las condiciones de los partidos dificultan la unanimidad ante Endesa contra el cierre de la Térmica

El Gobierno de Aragón ha reunido a los grupos parlamentarios para pedirles que manden un mensaje unánime a Endesa de rechazo del cierre de la Térmica de Andorra. Ningún grupo se ha mostrado en contra, pero las condiciones de alguno de ellos dificultan el acuerdo. Mañana volverán a reunirse para intentar dejar al margen réditos políticos.

Zaragoza.- El anuncio de Endesa de cerrar la Central Térmica de Andorra en junio de 2020 ha hecho saltar las alarmas en la Comunidad. Por ello, el Gobierno de Aragón ha reunido a todos los grupos parlamentarios que conforman las Cortes para pedirles que elaboren un texto común de rechazo a esta decisión para "unir fuerzas políticas" ante Endesa. Una propuesta que han visto con buenos ojos los grupos, pero que no se ha podido materializar este mismo martes porque cada uno ha impuesto sus propias condiciones.

La consejera de Economía, Industria y Empleo, Marta Gastón, que ha liderado esta reunión, ha explicado que el objetivo de este mensaje unánime era "materializar un rechazo unánime de todos los representantes de los aragoneses" antes de que Endesa anuncie públicamente mañana, durante la celebración de su Consejo de Administración, su intención de cerrar la Térmica de Andorra. Todo parece indicar que este mensaje no llegará antes de esta cita, dado que los grupos, ya sin el Gobierno, se han vuelto a citar el miércoles por la mañana.

Tras más de hora y cuarto de reunión, la portavoz del Partido Popular, Mar Vaquero, considera que la presión "no solo hay que ejercerla sobre la empresa" porque, en su opinión, ha sido el modelo energético del Gobierno de Pedro Sánchez "el que ha acelerado la decisión de Endesa". Desde el PP defienden que "la presión también debe ejercerse sobre el Ejecutivo aragonés para que, a su vez, reivindique a España la importancia de este sector en Aragón".

Misma opinión la que ha manifestado la portavoz de Podemos, Maru Díaz, que cree que "no se pueden pedir textos unánimes atacando solo a una parte". Está de acuerdo en que Endesa "no puede irse del territorio sin revertir", pero considera que también debe "señalarse a los gobiernos que han apostado solo a una carta, la de que Endesa hiciera inversiones y no echara el cierre". Díaz ha lamentado que el Gobierno de Aragón "se eche las manos a la cabeza siendo que este año había 1,7 millones de euros para la reindustrialización que no se han ejecutado".

"El PAR no va a ser el partido que rompa la unidad", ha manifestado su presidente, Arturo Aliaga, que ha lamentado que la "reunión de reuniones", la de los gobiernos de Aragón y España con Endesa, no se haya producido. "Hay partido, pero el Gobierno de Aragón tiene que exigir que se siente en la mesa Endesa", ha sentenciado Aliaga. Por su parte, la portavoz de Ciudadanos, Susana Gaspar, está de acuerdo en apoyar este mensaje unánime "siempre que se hable de la mala gestión que ha habido por parte de los gobiernos y se haga un verdadero plan de reindustrialización".

Por su parte, la portavoz de Izquierda Unida, Patricia Luquin, entiende que hay que hacer "de lobby de presión ante Endesa porque no se puede dejar en la estacada a las Cuencas Mineras". Además, ha defendido que los gobiernos nacional y autonómico deben "exigirle a esta empresa privatizada que presente un plan de acompañamiento real, un cronograma y un presupuesto".

Los portavoces de los dos partidos que sustentan al Gobierno de Aragón, Javier Sada (PSOE) y Gregorio Briz (CHA), confían en que los grupos sean capaces de alcanzar un acuerdo y han pedido que "se dejen a un lado las estrategias electorales y los errores de los anteriores gobiernos". Sada está "dispuesto a llegar a un acuerdo" y ha asegurado que va a poner "toda la carne en el asador para pedir responsabilidades a Endesa". Briz ha defendido que Endesa "no puede codiciar el beneficio y después no tener responsabilidad social corporativa".

El Gobierno explora dos vías

Gastón ha explicado que el Gobierno de España está explorando dos vías de actuación para "alargar un tiempo razonable la vida de la Térmica para que la transición pueda ser justa en la búsqueda de alternativas". La primera de ellas es estudiar las 1.500 horas de trabajo en la Central porque la empresa no tendría que adecuarse a la normativa europea y conllevaría la pérdida de menos puestos de trabajo. Por otro lado, Gastón ha explicado que se plantea la eliminación del impuesto del céntimo verde, algo que ya se hizo con el gas.

La consejera ha recordado que cuando el Estado reciba el registro para la autorización de cierre por parte de Endesa, la ministra de Transición Ecológica, Teresa Ribera, le va a exigir "un plan de acompañamiento para tratar de paliar el hueco de empleo que deja la Central Térmica de Andorra".