Zaragoza.- "Estoy preparada para gobernar". Así de confiada se enfrenta la diputada de Podemos Maru Díaz a las primarias de su formación para la presidencia de Aragón. Una confianza que le otorga, asegura,
Defiende que la diferencia con su contrincante, la diputada Erika Sanz, es "de matiz" y radica en que su candidatura sale a ganar las elecciones. Añade, además, que "ojalá sea liderando una coalición con el PSOE" porque la manera de que la derecha no gobierne "pasa por un bloque de izquierdas". Todo un proyecto que se resume bajo un directo mensaje: "Listas para ganar Aragón". Pregunta.- El lema de su candidatura tiene el objetivo de mostrarlo como un proyecto totalmente feminista… P.- Catorce de las 23 personas que conforman la lista son mujeres, ¿está cambiando algo en política? P.- A pesar de esto, ¿cree que en política se viven muchas situaciones machistas? P.- ¿Estos son algunos de los motivos que le han llevado a postularse a la Presidencia de Aragón o cuál ha sido el motivo para dar este paso? P.- ¿En qué se diferencia su candidatura con la de Erika Sanz? Ojalá sea liderando una coalición con el PSOE y que seamos nosotros los que marquemos la hoja de ruta, pero si no tenemos esa capacidad de liderar por lo menos que seamos conscientes de que hay dos formas de afrontar la política. Bien a la portuguesa, con acuerdos por la izquierda, o bien haciendo que el PSOE caiga en manos de la derecha como ha pasado en Alemania y dando lugar a movimientos de ultraderecha, que por lo menos yo quiero intentar evitar a toda costa. Es una de las cuestiones importantes que tenemos que poner sobre la mesa, que estamos preparadas para gobernar y entrar en el próximo Gobierno de Aragón. P.-Habla de esa coalición con el PSOE, ¿estaría dispuesta a que los socialistas volvieran a liderarla? P.- Lo que está claro es que su legislatura apuesta por un bloque de izquierdas para impedir el avance de la derecha... Yo salgo con la vocación de ganar y liderar el próximo Gobierno porque entiendo que al PSOE le cuesta desarrollar estas políticas y lo hemos visto en esta legislatura. Ha sido un poco comodón a la hora de poner en marcha políticas progresistas, ha preferido paliar los recortes, que es verdad que lo hemos conseguido, pero no ha mirado hacia delante ni ha sido capaz de poner a Aragón en la senda de 2020. Es fundamental que haya un Gobierno progresista, pero liderado por Podemos. Que seamos nosotros los que tiremos del carro y que hagamos que el PSOE no tenga otro remedio, como le está pasando a Pedro Sánchez en Madrid, que aplicar políticas de izquierdas, aunque a veces tenga ese deje hacia la derecha como hemos visto con algunos acuerdos con Ciudadanos. Hay que impedir que eso lo puedan hacer y eso pasa por liderar el Gobierno. P.- Durante la campaña se está reuniendo con la gente del territorio para escuchar sus reivindicaciones, ¿qué es lo que le han transmitido? P.- ¿En qué manera le va a ayudar el hecho de contar con el aval del secretario general? P.- Después de las reflexiones y los debates vividos en las primarias, ¿Podemos saldrá más fuerte?
Respuesta.- Nosotras entendíamos que el mandato de la calle y del 8M era que las mujeres diéramos un paso adelante. Eso lo teníamos muy interiorizado y entendíamos a la hora de configurar la lista que escuchar el mandato de la calle no pasa sólo por poner mujeres en primera fila, que también, y por eso la candidatura tiene a tres mujeres que vamos cabezas de lista por las tres provincias. También teníamos que hacer un ejercicio de feminización de la lista, que eso implica salir adelante todos esos rostros que la política tradicional invisibiliza como mujeres racializadas, mujeres gitanas, mujeres rurales o personas con discapacidad. Todos esos otros que no se ven de normal y que dan color a esa lista feminista que queríamos plantear.
R.- Yo creo que sí. Tenemos el máximo que nos permite la ley, el 60-40. Nunca se hubiera pensado hace unos años que este porcentaje no favoreciera precisamente que hubiera casi el máximo número de mujeres en una lista. Hemos superado esas épocas donde conseguir que la mujer se presentara era casi dificultoso. Las mujeres estábamos ahí, estábamos esperando a que llegara nuestro momento, a tener nuestro hueco, a tomar la palabra y, este año, si las elecciones van a tener un tono y una voz, va a ser una voz de mujer.
R.- La política es el reflejo de nuestra sociedad y por desgracia seguimos viviendo en una sociedad machista, donde las violencias machistas se ven casi a diario. Nos queda mucho por trabajar y en los espacios institucionalizados todavía más porque es donde se cronifica ese machismo. Vemos el machismo en política, todavía se sigue preguntando por qué una mujer asciende al poder o se nos exige a través de esos techos de cristal que tengamos que renunciar a la maternidad o a la vida privada para hacer política. Es fundamental que estemos mujeres que defendamos un discurso feminista en la política para ir abriendo brecha e ir cambiando las cosas también desde allí.
R.- Realmente ha sido una decisión colectiva, no sólo personal, aunque tiene una carga de decisión personal como no podía ser de otra manera. El grupo que configuramos "Listas para ganar Aragón" llevábamos unos meses discutiendo que era importante escuchar el mandato de la calle, que era el momento de que una mujer diera el paso adelante y entendían entre todos y todas que fuera yo la que diera ese paso. A mí me apetece personalmente, creo que estamos preparadas para gobernar, para afrontar este 2019 con ganas. Y luego para mí es la evolución natural después de haber sido cuatro años portavoz, de haber puesto cara al partido, pues ahora ponérsela también en un momento difícil como puede ser las elecciones de mayo y ponérsela con las ganas de poder gobernar.
R.- Al final, aunque intentemos forzar mucho las diferencias, son unas primarias dentro de un partido político que comparte programa, aspiraciones y por tanto tenemos que exagerarlas, pero somos la misma formación. Es una cuestión de matiz y radica en a qué salimos en las elecciones de mayo de 2019. Yo entiendo personalmente que salimos a ganar y que un partido político que lleva cuatro años en la oposición y ha demostrado que se pueden hacer cosas en el otro lado, tiene que ser capaz de entrar en el Gobierno, tiene que salir a ganar. Tenemos que salir convencidos y convencidas de que tenemos solvencia, gente preparada y además nueva con muchas ganas como para afrontar estos comicios electorales asumiendo que nos va a tocar la responsabilidad de gobernar.
R.- La pregunta no es si estamos dispuestos a que gobierne el PSOE con nuestro apoyo, sino qué pasaría si nosotros no damos ese apoyo. Hay que ser realistas, si no damos apoyo, no entramos a gobernar y no marcamos una hoja de ruta estamos abocados a que haya un Gobierno de derechas o, lo que es peor, un Gobierno de Ciudadanos con el PSOE, porque sería un Ejecutivo de políticas de derechas blanqueado por una cara de un socialista. No podemos permitir que se reviertan los cuatro años de mejora de los servicios sociales, por eso siempre tendremos que apostar por pretar ese botón y ocupar esa posición que impida que gobierne la derecha en la Comunidad.
R.- Tengo claro que pasa por un bloque de izquierdas que apueste por poner en marcha políticas progresistas. El mundo nos está dando un mensaje y es que aquellos que nos llamamos progresistas, cuando no somos capaces de llegar a acuerdos, llega la derecha y alienta movimientos de ultraderecha como estamos viendo en Italia, como hemos visto con Bolsonaro, como vemos con Donald Trump o en toda esta Europa donde está habiendo movimientos fascistas que despiertan fantasmas que pensábamos que estaban dormidos. Tenemos una responsabilidad histórica de frenar en Aragón estos movimientos, este relato, y para eso es fundamental llegar a acuerdos.
R.- Ha habido una fuerte reivindicación de retomar el debate en torno a la renta básica y no dejarnos caer en los problemas que ha habido con el PSOE. Otra de las peticiones ha sido que no dejemos atrás la precariedad y que no la asumamos como el marco normal del mercado, que apostemos por desarrollar políticas concretas para paliar esa precariedad y que podamos hacer que los jóvenes no tengan que cobrar mal, que no puedan independizarse, que no puedan pagar la vivienda. El problema de la vivienda sale siempre en estos debates, igual que preocupan las cuestiones en torno a la justicia social, a la pérdida de derechos. Hay muchos temas de los que nos hemos podido hacer eco estas semanas en los actos con la sociedad civil y seguiremos haciéndolo gane quien gane porque el programa de Podemos al final es un programa colectivo que se construirá entre todos.
R.- No es sólo con el aval del secretario general, aunque es fundamental, sino con gran parte de la organización. Hace un año tuvimos unas primarias internas donde se marcó una hoja de ruta, un programa político, y fuimos elegidos un equipo de personas para liderar el proyecto. En este año hemos aragonesizado Podemos, que era algo que le hacía falta al partido, declinarlo al territorio, enraizarse y conocer las luchas locales y los problemas concretos de nuestra tierra. Por lo tanto creo que tener el apoyo del partido que actualmente está en Aragón y tener el apoyo de esa militancia que ha visto que este año han cambiado las cosas, a mí es algo que me hace dar un paso adelante y darlo confiada.
R.- Después de un debate siempre surge una idea mejor y es algo que nos creímos desde el primer Vistalegre, cuando tuvimos que afrontar los primeros encuentros de primarias. Desde fuera parece que hacen daño a la organización, pero después de los debates siempre surge algo mejor. Eso sí, quienes lo afrontamos tenemos que hacerlo con la responsabilidad de saber que por encima, gane quien gane, está el partido porque es quien responde a los intereses de la gente. La ciudadanía necesita un podemos fuerte y debemos demostrar madurez para seguir madurando el día de después.
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