Zaragoza.- El Ayuntamiento de Zaragoza lleva desde 2011 trabajando con la empresa Clece para facilitar el acceso al empleo de las mujeres víctimas de violencia machista. Solo en este año, cinco mujeres supervivientes de esta lacra han conseguido un puesto de trabajo gracias a este programa. Una iniciativa que este lunes se ha sellado con la firma oficial del convenio, por el que Clece les reservará hasta tres contratos indefinidos a jornada completa cada año.
Además de esta reserva específica, Clece pondrá en conocimiento del Servicio de Igualdad las vacantes que puedan surgir en sus centros de trabajo para promover prioritariamente la contratación de mujeres víctimas de violencia de género. Según el compromiso plasmado en el convenio, Clece ofertará la incorporación a puestos de trabajo de calidad, con jornadas de trabajo que como mínimo sean del 75% o de jornada completa y con preferencia en contratos de trabajo indefinidos o temporales de larga duración.
El convenio abre una segunda línea de colaboración en el ámbito de la inclusión laboral, con la posibilidad de realizar prácticas formativas no laborales para dotar a las participantes de los cursos de capacitación profesional de herramientas y conocimientos en la empresa, facilitando así su integración laboral futura. También se plantea la colaboración en la difusión de campañas y mensajes de sensibilización social contra la violencia machista y en desarrollar propuestas varias que ayuden a impedir el desarrollo de la violencia y generar una filosofía igualitaria.
Además, la responsable de Clece, Beatriz Alonso, ha remarcado que el convenio expresa la voluntad de ambas entidades de colaborar mutuamente en eventos de contenido social, especialmente en los dedicados a víctimas de violencia de género y a la incorporación de la mujer al trabajo.
La jefa del Servicio de Igualdad del Consistorio, Ana Gaspar, asegura que ya trabajan en desarrollar más acuerdos de este tipo porque toda la recuperación, ha aseverado, "pasa por un empoderamiento y por una independencia económica que, en muchos casos, requiere también una formación". Es por ello que considera "fundamental" continuar con el programa.
Por su parte, la concejal delegada de Igualdad, Arantza Gracia, ha hecho hincapié en que la vivienda y el empleo son los dos bloques fundamentales para que una mujer salga de una situación del maltrato. En este sentido, Gracia ha destacado también la importancia de que la empresa privada "sea consciente de la responsabilidad que tiene en crear una sociedad igualitaria".
Un paso más en una colaboración fructífera
Esta iniciativa supone un salto cualitativo -sobre todo por la apuesta por el empleo estable y de calidad- en la colaboración mantenida desde 2011 entre el Servicio de Igualdad del Ayuntamiento y la empresa Clece para facilitar el acceso a un puesto de trabajo a las mujeres atendidas en el programa de orientación, tutorización e intermediación laboral y en el de atención integral a la violencia de género. Gracias a esta colaboración, el Servicio de Igualdad ha enviado 300 mujeres como candidatas a ofertas de trabajo de Clece en los últimos ocho años. En 2017 fueron 30 las mujeres derivadas a procesos selectivos de esta empresa, de las que 16 fueron contratadas (de ellas cinco eran mujeres supervivientes a la violencia de género). En este 2018, a través del Servicio de Igualdad han sido enviadas 35 mujeres como candidatas, de las que seis han sido contratadas (cinco de ellas, supervivientes de violencia de género).
Clece es una empresa de multiservicios, referente en servicios integrales a todo tipo de instituciones y empresas. Ofrece servicios de limpieza, mantenimiento, servicios energéticos, logística, aeroportuarios y servicios sociales, así como otros servicios profesionales, para todo tipo de instituciones y empresas en todos los sectores. Cuenta con un proyecto social para la inclusión de colectivos vulnerables y la sensibilización sobre la realidad de estos colectivos. Entre sus retos está impulsar la igualdad de oportunidades a través de la integración de personas de colectivos desfavorecidos, entre ellos las mujeres que sufren violencia de género.
