El Casco a cota cero

Las calzadas de hasta 16 calles del Casco Histórico seguirán la estela de la calle Don Jaime y se rellenarán de hormigón. Es la primera fase de un ambicioso plan de elevación a cota cero del corazón de Zaragoza, que empezará a desarrollarse ya en enero de 2019 y afectará a la parte izquierda de la calle Alfonso I.

Zaragoza.- El Gobierno de Zaragoza emprenderá una de sus últimas acciones del mandato en enero de 2019, a cinco meses de las elecciones municipales. Será en materia de urbanismo y se invertirán más de cinco millones de euros. Y es que Zaragoza en Común ha acabado tan satisfecho con las actuaciones desarrolladas en Don Jaime que quiere extender esta fórmula a muchas de las calles del Casco Histórico.

Fue el alcalde Pedro Santisteve quien anunció esta medida en el pasado Debate sobre el estado de la Ciudad. Argumentó que, en esta zona, "se concentra gran parte de la actividad comercial, turística y cultural". En línea con lo que hacen en otras ciudades, ZeC quiere desarrollar este proyecto de cota cero "posibilitando el acceso rodado a residentes, transporte público, emergencias y carga y descarga". Las experiencias piloto de las calles Espoz y Mina y Don Jaime, ha aseverado, "han resultado tremendamente exitosas de cara a favorecer la accesibilidad universal y la movilidad peatonal".

Por ello, consideran "necesario" continuar con el proceso y pacificar el tráfico rodado en las calles interiores al Coso "que podría extenderse a los entornos de San Pablo, la Magdalena o San Miguel". El objetivo es que, en los próximos años, "de manera progresiva se minimicen las molestias a vecinos y comerciantes de la zona".

Dos fases

Este proceso se ha dividido en dos fases. La primera de ellas, que durante este mes de diciembre se someterá a un pequeño proceso de participación ciudadana, se quiere desarrollar, a partir de enero, en la parte izquierda de la calle Alfonso, hasta el Mercado Central. Unas obras que afectarían al entorno de esta infraestructura y al barrio de San Pablo y que supondrían unos dos millones de euros. La idea es también restringir el tráfico, de forma que por estas calles en las que se elevará la calzada sólo circulen los residentes, el transporte público y los vehículos de carga y descarga.


Esta primera fase supondrá la elevación de las calzadas de 16 calles
Esta primera fase supondrá la elevación de las calzadas de 16 calles

En concreto, esta primera fase supondrá la elevación de las calzadas de 16 calles. La calle Torresecas supondrá un coste de 26.800 euros, Fuenclara costará 127.200 euros, elevar la calzada de la calle Pino costará 79.200 euros, la de Méndez Núñez 70.800 euros, 100.800 euros supondrá la elevación de la calzada de la calle Tore Nueva, 372.244 euros la de la calle Manifestación; la calle Santa Isabel costará casi 177.000 euros, las obras de la plaza del Justicia (entre Santa Isabel y Manifestación) costarán 35.400 euros, y los trabajos de Miguel Molino ascienden a 37.554 euros.

Además, también en esta primera parte del proyecto, casi 80.000 euros costarán las obras de San Braulio, el tramo del puente de Piedra de Echegaray y Caballero superarán los 180.000 euros, casi 47.000 costarán las obras de Santo Dominguito de Val (en concreto el tramo entre San Vicente de Paúl y San Carlos), más de 125.000 euros supondrán los trabajos de la calle San Miguel, 70.800 euros los de Hermanos Ibarra, casi 363.000 euros se invertirán en San Blas y 201.450 euros se destinarán a elevar la calzada de la plaza de Santo Domingo.

La segunda fase, valorada en más de 3,8 millones de euros, tiene prevista la elevación de la calzada de hasta 24 calles. En concreto, son 82.620 euros para la calle Mundir I, más de 47.000 para la calle Sepulcro, 48.400 para la calle Arcedianos, unos 370.000 euros para dos tramos de la calle de Don Juan de Aragón, 60.700 para la calle Torrellas, más de 93.000 para las obras de la calle Universidad, más de 400.000 euros para la calle San Lorenzo, 79.300 euros para elevar la calzada de Pedro Calixto Ramírez, más de 362.000 euros para las obras de la calle Mayor y más de 512.000 euros para los trabajos de la calle San Jorge.

Las obras continuarán en esta segunda fase en las calles de Boterón, donde se invertirán 138.800 euros, Sepulcro con 210.000 euros, 86.800 para la calle Don Teobaldo, 226.500 para la calle Refugio, casi 70.000 para San Juan y San Pedro, 86.200 para la calle Eusebio Blasco, unos 170.000 euros para las obras de San Andrés, 340.000 euros para la calle Verónica, más de 362.000 euros para la calle de Pedro Joaquín Soler y, finalmente, 97.642 euros para la elevación de la calzada de Santo Dominguito de Val, entre San Vicente de Paúl a P.M.Soler. En total, más de 3,8 millones de euros.

De Don Jaime a Santo Dominguito de Val

Plano de la fase I
Plano de la fase I

Una vez finalizadas las actuaciones de la calle Don Jaime, el Plan de Cota Cero del Casco Histórico continúa su implementación con la obra de elevación de calzada de la calle Santo Dominguito de Val, que conecta San Vicente de Paúl con el Coso Bajo. Se trata de una segunda fase de mejora de la movilidad peatonal en esta calle, en la que ya se intervino elevando la calzada en un tramo debido a las dificultades que planteaban las estrechas aceras.

Los trabajos empezaron el 10 de diciembre y está previsto que concluyan el 31 de este mes, se va a realizar el corte de calle para la ejecución de la elevación de la calzada. Toda la circulación se desviará por el Coso y los badenes legalizados deberán entrar y salir por el Coso. En San Vicente de Paúl será necesario ocupar la calzada anexa a la obra y en el Coso la zona de estacionamiento de motos para facilitar la visión.

La tendencia general

El Gobierno de Zaragoza en Común tiene clara la tendencia general de las ciudades de llevar a cabo actuaciones como las que en la capital aragonesa comenzarán en enero. Y es que, además de unas mejoras sustanciales en los cascos históricos y barrios, consiguen revitalizarlas desde el punto de vista económico, turístico y también comercial.

La remodelación de estas infraestructuras consigue que la gente vuelva su mirada al corazón de las ciudades. En lugar de desplazarse a los centros comerciales donde se recrean falsas calles en el interior de grandes cascarones modulares, las posibilidades que ofrecen estas transformaciones para la regeneración comercial de la ciudad consolidada es una oportunidad que no se puede desaprovechar.

El objetivo es conseguir una coexistencia de usos mixtos en la ciudad consolidada, en la que todas las actividades puedan convivir en armonía y que se reviertan procesos actuales, como el abandono del comercio tradicional en los barrios o que la terciarización de los centros de las ciudades impida la vida residencial en los mismos.

Ventajas

Plano de la fase II del proyecto Casco Cota Cero
Plano de la fase II del proyecto Casco Cota Cero

Desde el Gobierno de ZeC insisten en las "múltiples" ventajas. Desde el punto de vista medioambiental se consigue un descenso de los niveles de ruido. La pacificación del tráfico es gradual al conseguir que el peatón, al ver favorecidos sus recorridos e itinerarios, opte por los desplazamientos a pie en detrimento de los vehículos privados. En el mismo sentido, se consigue una disminución de los niveles de contaminación ambiental derivados de las emisiones de vehículos.

La accesibilidad es otro de los factores que motivan este tipo de intervenciones. Las aceras estrechas son obstáculos insalvables para todo tipo de personas con movilidad reducida. Además de personas con discapacidad, los mayores o la infancia se ven más protegidos por este tipo de obras. Durante los últimos años se ha actuado en calles como Ramón Pignatelli, Espoz y Mina, Santo Dominguito de Val o Trinidad, en las que la estrechez de las aceras hacía inseguro desplazarse por ellas.