Opinión

Es hora de que la España vacía se oiga

La lista de afectados por el virus que se extiende por todo el territorio nacional sigue aumentando, los síntomas son muy similares en todos ellos. Población envejecida, amplios territorios con baja densidad de habitantes, falta de inversiones en servicios básicos, discriminación negativa en los presupuestos generales, promesas incumplidas y una inquebrantable capacidad reivindicativa.

La lista de afectados por el virus que se extiende por todo el territorio nacional sigue aumentando, los síntomas son muy similares en todos ellos.

Población envejecida, amplios territorios con baja densidad de habitantes, falta de inversiones en servicios básicos, discriminación negativa en los presupuestos generales, promesas incumplidas y una inquebrantable capacidad reivindicativa. Este puede ser el análisis en común que tenemos todas las provincias de la España vaciada o silenciosa.

Tanto Soria como Teruel llevamos veinte años denunciando y peleando por mejorar nuestra situación como provincias duramente castigadas por la despoblación, lejos de mejorar, a esta lucha se nos suman provincias del interior como Zamora, Cuenca, Guadalajara, Ávila, Palencia, o incluso comunidades autónomas como Extremadura, que ven un trato discriminatorio en inversiones para comunicaciones o para el desarrollo de la España interior o silenciosa, la que nunca se queja, la que ha nutrido de recursos materiales y humanos ciudades como Madrid, Bilbao o Barcelona.

Todas estas provincias ven desaparecer a sus jóvenes y ven cómo cesan sus comercios, industrias, actividades, quedando como referentes para un turismo que sirve de escape y distracción a los habitantes de las grandes urbes.

La situación es insostenible, nos encontrarnos en un momento crítico, es indigno el trato que el Gobierno Central da a las provincias del interior, es injusto cómo se han cerrado centrales térmicas o explotaciones de minería, pero sobre todo es indecoroso que estemos comprando electricidad a Marruecos o Francia por los incrementos en la demanda interna.

Ningún cargo político puede negar lo evidente que, seguimos ninguneados en los presupuestos generales del Estado, incluyendo en el engaño a nuestro Gobierno de Aragón que mucho predica y poco hace por la provincia más pobre de su comunidad.

Las inversiones en otras provincias se han realizado con criterios políticos la gran parte de las veces siempre hemos sido sacrificados y relegados para próximos ejercicios presupuestarios, el resultado es lo que todos pueden ver y sentir en Teruel o Soria, hartazgo, cabreo y desconfianza con los sucesivos gobiernos.

Nadie tiene ninguna excusa para no apoyar la próxima manifestación en Madrid de Teruel Existe y de Soria ¡Ya!, no nos quedan mineros, tampoco centrales térmicas ni mucho menos trenes ni autovías, nada tenemos ya, ¿qué más podemos perder?

De momento, reivindicaremos y dejaremos patente la cantidad de injusticias que se cometen en el interior de España, la que no se queja, la silenciosa y la que quiere seguir eligiendo donde vivir de forma digna.