Cómo explicar Ingeniería en un aula de Primaria

Es difícil aventurar por qué el 60% de las adolescentes no quiere saber nada de la Ingeniería. ¿Es un problema de Educación? ¿Es desinterés personal? ¿Es la falta de referentes femeninos? ¿Es que no les han hablado suficientemente de ella?

Pues bien. La respuesta es que se trata de una conjunción de todas ellas. Llevamos largo tiempo escuchando que no hay mujeres en las carreras técnicas, que no quieren ser tecnólogas ni científicas ni arquitectas. Y parte de la culpa la tiene el cliché de género.

En la misma semana en que se conmemora el Escuela de Ingeniería y Arquitectura de la Universidad de Zaragoza (EINA) comienzan su recorrido por colegios de Primaria de toda la Comunidad Autónoma para sembrar en las niñas la semilla de la curiosidad.

“Una ingeniera en cada cole”

“La actividad se llama “Una ingeniera en cada cole” pero nuestro objetivo es fomentar que haya mujeres en todos los ámbitos STEM: ciencias, tecnología, ingeniería y matemáticas”, por sus siglas en inglés, concreta la presidenta de la Asociación de Mujeres Investigadoras y Tecnólogas (AMIT-Aragón), María Villarroya. Quieren además promocionar los puestos técnicos de Formación Profesional donde también hay poca presencia femenina, como las ramas de mecánica, electrónica e informática.

La estadística de mujeres en las titulaciones de ingeniería las sitúa en una apabullante minoría: rondan el 25% de la clase en Arquitectura, Ingeniería Química e Ingeniería de Diseño Industrial; y cae por debajo del 10% en Ingeniería Electrónica, Eléctrica y de Sistemas y Automática. Son especialidades cada vez más demandadas en el mercado laboral, “puestos que van a ser muy bien pagados, pero si las mujeres están fuera, no van a estar al alcance de estos puestos”, lamenta Villarroya. “Algo tendremos que hacer para que estemos integradas en ese campo y para que no abandonemos a nivel profesional”, continúa. Porque luego, de ese 25% de chicas que estudian Ingeniería, solo el 40% se desempeña profesionalmente en ello. El resto, cambia de ámbito de trabajo. “Y al final en los equipos estamos una o ninguna, cuando está demostrado que las empresas tecnológicas tendrían más ingresos si los equipos fueran mixtos”.

La sensación es que es preciso revertir la tendencia pero que se está llegando tarde si lo que se pretende es ir a Secundaria. Por eso, desde hace cuatro años, la Ingeniería se lleva directamente a las aulas de 6 años.

El talento no tiene género

“Hay estudios que demuestran que a partir de los 6 años, las niñas y niños creen que el talento está sobre todo vinculado a ellos y que para las cosas brillantes hace falta ser chico”, manifiesta Villarroya. Es entonces una apreciación social. Bien distinta de lo que promulgaban los juguetes de Lego en los 70, por cierto.

Había un pack de casa de muñecas que incluía un panfleto para indicar a los padres que, aunque el juego se dirigía eminentemente a niñas, también era adecuado para los niños. Y rezaba más o menos así: 

“A los padres: La necesidad de crear es igual de fuerte en todos los niños. Chicos y chicas. Es la imaginación lo que cuenta. No la habilidad. Tú construyes lo que te viene a la cabeza, de la manera en que lo deseas. Una cama o un camión. Una casa de muñecas o una nave espacial. A muchos chicos les gustan las casas de muñecas. Son más humanas que las naves espaciales. Muchas chicas prefieren naves espaciales. Son más emocionantes que las casas de muñecas. Lo más importante es poner el material correcto en sus manos y dejar que creen lo que más les atraiga”.

Desde hace cuatro años, la Ingeniería se lleva directamente a las aulas de 6 años
Desde hace cuatro años, la Ingeniería se lleva directamente a las aulas de 6 años

No hay profesiones de hombres, no hay profesiones de mujeres. Es el estereotipo. Y el estereotipo es socialmente construido. Villarroya, no ya como ingeniera, sino como madre, asegura que “mis hijas tienen cajas de herramientas, y por supuesto tienen robots, y por supuesto tienen juegos de construcción y por supuesto tienen muñecas, porque el mensaje es ese, que sepan que si quieren, pueden hacerlo y que no digan que no”.

Descubrir la ingeniería con talleres

Este año pues se alcanza la cuarta edición de “Una ingeniera en cada cole”. Rosario Aragüés, ingeniera de Sistemas, es coordinadora junto a su compañera Manuela González. Está previsto llegar a más de 3.000 estudiantes, también del mundo rural. Y son las mismas voluntarias las que eligen centro: “Lo que queremos es que vayan a los colegios donde estudiaron o donde tienen a sus hijos o hijas. Funcionan mejor así”, concreta Aragüés. Y así también se llega a los pueblos, que es fundamental.

En los talleres se trata de que los niños asimilen los conceptos básicos de la ingeniería. Aragüés cuenta una experiencia cuando hace años “participé con una chica que era ingeniera mecánica e hicimos que los niños construyeran estructuras con barajas para luego hacer pruebas poniendo cada vez más carga”. También se han hecho talleres de píxels o de scratch, un lenguaje de programación muy visual, para introducirlos de forma sencilla en la codificación informática. Por su parte, Villarroya ya visitaba colegios antes de que la actividad se inaugurase oficialmente: “Les puedes contar que los dibujos animados que ven existen gracias a que hay ordenadores. Por eso yo iba con un proyector pequeñito y les proyectaba a Peppa Pig en las camisetas o en el techo”.

Participan todos los cursos de Primaria, de 1º a 6º, adaptando los contenidos al nivel de conocimientos del alumnado. Para el salto a Secundaria y Bachillerato, también se programa el “Girls’ Day”, con diez años de trayectoria, y en el que se abren las puertas del EINA para que todos aquellos estudiantes interesados por las ingenierías “vean cómo es el centro, dónde están los laboratorios y cómo es la universidad”, especifica Aragüés. “Sacamos una lista de los talleres que se están montando y las ubicaciones y son los centros educativos los que preparan su ruta por el EINA”.

Estas iniciativas se han exportado fuera de Aragón. “Hace poco nos escribió una ingeniera que quería ir a un colegio de Navarra y le dijimos que claro, que sí que podía”. También en Galicia, Madrid y Cataluña han comenzado a visitar colegios o se han interesado por la actividad.

Del Día de la Mujer al Día de la Niña en las TIC

El inicio de la actividad se hace coincidir con la celebración del Día de la Mujer, el 8 de marzo, y acabará el 25 de abril, Día Internacional de las Niñas en las TIC. Enmarcarla entre estas dos fechas tan significativas es toda una declaración de intenciones.

Aragüés  asume que da la sensación de que en la Educación no se le presta suficiente atención a la parte tecnológica
Aragüés asume que da la sensación de que en la Educación no se le presta suficiente atención a la parte tecnológica

La premisa está clara: despertar la vocación en las más pequeñas. “Tenemos un feedback muy positivo”, expresa Villarroya. “A veces hablamos con las familias y nos dicen que a sus hijos les ha gustado mucho la actividad porque cuando llegan a casa algo cuentan, hablan de ingeniería, de manera que la ingeniería, que es una gran desconocida, por lo menos ya la tienen en su mente”.

“Da la sensación de que en la Educación no se le presta suficiente atención a la parte tecnológica”, asume Aragüés. “Para mucha gente, su primer contacto con la programación es prácticamente cuando empiezan la universidad. Entonces igual si desde pequeños lo ven como juegos, lo podrían ver como una opción de futuro”.

Y aunque participan muchas veteranas, conviene recordar que alumnas de Ingeniería que acaban de iniciar sus estudios también hacen de divulgadoras estos días. En el fondo, las grandes referentes, como Hedy Lamarr o Ada Byron, fueron mujeres brillantes, pero se encuentran muy lejanas en el tiempo y en el espacio. Y cerca de nosotros también hay ingenieras grandiosas haciendo grandes avances. Quizá si las niñas ven que hay mujeres de su entorno que se dedican a eso, piensen con más ahínco que ellas también pueden hacerlo.