Un autónomo cobra, de media, 572 euros menos de prestaciones por jubilación que un trabajador por cuenta ajena. Es una de las conclusiones del último informe elaborado por UPTA, que achaca esta diferencia a la baja retribución y cotización de los inscritos en el Régimen de Autónomos. Así, mientras los asalariados perciben una pensión media de 1.371 euros, los trabajadores por cuenta propia cobran 800 euros.
En total, Aragón cuenta con 104.013 autónomos, casi un millar menos que hace justo un año y cerca de 14.000 menos que en marzo de 2008, cuando la crisis económica todavía no había azotado a la Comunidad. Además, un 10% de este colectivo es extranjero, un total de 10.414.
Una muestra de la volatilidad de los trabajadores autónomos se observa en que, desde diciembre de 2013 hasta el final de 2018, 46.591 personas se han beneficiado de la tarifa plana para los afiliados. Sin embargo, en estos cinco, el total de inscritos solo ha crecido en 1.441 afiliados. El gerente de UPTA, Raúl Machín, ha calificado esta situación de "agridulce" porque, pese a apoyar esta medida, "por cada cien nuevos autónomos que se han adherido, solo se ha crecido en tres autónomos".
Machín también ha puesto el foco en la pérdida de comercios tradicionales debido a la alta competencia. "Un negocio que cierra en Aragón no se vuelve a abrir. Antes se cerraba un comercio, se traspasaba y al mes había otro trabajando. Hay calles emblemáticas de Zaragoza que ahora tiene locales vacíos. No se puede competir con las grandes plataformas", ha señalado.
Ley de autónomos
Por su parte, desde UPTA han celebrado la reciente aprobación de la Ley de Autónomos en las Cortes de Aragón. Aun así, el secretario general de la organización, Álvaro Bajén, ha reclamado al Ejecutivo que haga un esfuerzo para encontrar sectores con valor añadido "y que haya una planificación de esos sectores por la administración".
Además, ha planteado cinco puntos para "que compitamos en condiciones de igualdad": la creación de un fondo de segunda oportunidad y del concurso de acreedores para personas físicas; un mejor acceso a la financiación; favorecer el relevo generacional; la puesta en marcha de plataformas digitales para autónomos; y una mejor representatividad.
