El Gran Hotel de Zaragoza ha cancelado la presentación del libro “Manual para defenderse de una feminazi, y otros asuntos de alta necesidad”, escrito por la cofundadora de Vox Cristina Seguí. Lo ha hecho con menos de 24 horas de antelación (estaba previsto para este jueves, 28 de enero, a las 19.00 horas, en el Salón Principal del hotel), y argumentando “un fallo logístico de electricidad”, tal y como ha explicado la propia autora.
Una justificación que Seguí no se ha llegado a creer, porque “se les ha pedido otro espacio y nos han dicho que no”. Después se les ha preguntado a los responsables del hotel si habían recibido presiones y su respuesta, ha dicho la autora, ha sido “que lo sentían, pero que no me podían decir nada más”.
“A mí me hablan de presiones que llegan desde la Delegación del Gobierno”, ha reconocido sin miedo Seguí, quien cree que, al final, “se demuestra que el movimiento provoca miedo y se acaba extorsionando hasta a entidades privadas”.
Aún con todo, Cristina Seguí tiene claro que va a presentar su libro en Zaragoza, pero todavía no tiene nada cerrado para esta semana. “Estamos trabajando en ver si podemos improvisar algo y os informaremos en cuanto lo sepamos”, ha aseverado.
Esta es la segunda cancelación que recibe Seguí en Zaragoza. Y es que el Ayuntamiento no permitió el acto previsto en un principio para mañana 28 de febrero, en el Hall del Teatro Principal ante la denuncia, por parte de varios partidos políticos y colectivos feministas, de que se cediera un espacio público para presentar un libro de estas características. La propia vicealcaldesa y consejera municipal de Cultura, Sara Fernández, pidió conocer el expediente de la solicitud y concluyó que el gerente del Patronato de las Artes Escénicas de la ciudad, José María Turmo, no había firmado a mano expresamente la autorización y, dio orden de no conceder el espacio.
Todo ello, pese a que Seguí asegura tener todos los correos electrónicos que demuestran que su editorial siguió “todos los cauces ordinarios” para solicitar el espacio, y acusó a Fernández de no tener “ni idea”. La autora considera que la vicealcaldesa estaba “congelada por el miedo a perder votos” y tiene claro que su actitud respondió a uno de los datos que ofrece en su manual, el de que las mujeres “son el vehículo amable de la censura ideológica”.
