El Gobierno de Aragón adoptará medidas de regulación del ocio nocturno y el contacto social en todo el territorio aragonés más allá de las zonas que se encuentren en Fase 2. Una decisión que llega después de que la Comunidad sume 596 nuevos positivos en la última jornada y siga en una curva epidemiológica ascendente.
La consejera de Sanidad, Sira Repollés, ha advertido que los datos demuestran, pese que los contagios “se ralentizan”, que la Comunidad no ha llegado aún al pico de casos. Así, la consejera ha explicado que aunque existen zonas mucho más afectadas por la pandemia, todas las comarcas acumulan “cierta trasmisión comunitaria” que justifica estas restricciones.
Las medidas que baraja el Ejecutivo son similares a las ya introducidas en los territorios retrocedidos a Fase 2, y que afectarían entre otras cosas a la hora de cierre del ocio nocturno, los aforos en establecimientos hosteleros y terrazas o las reuniones de más de diez personas, tanto públicas como privadas.
Además, desde Sanidad se prevé prohibir también actividades como el botellón o las peñas en toda la Comunidad. Con todo, Repollés ha dejado abierta la puerta a que los datos de determinadas zonas permitan que algunos territorios de la Comunidad puedan tener restricciones diferentes a las planteadas.
“Las medidas se basan en dar un mensaje de que el distanciamiento social es imprescindible”, ha señalado Repollés, quién sin embargo ha incidido en que estas restricciones no supondrán que la Comunidad entre de nuevo en Fase 2. Sin fecha todavía para el regreso a la nueva normalidad de las zonas más afectadas, y con el virus todavía aumentando su incidencia, el Gobierno autonómico podría publicar la orden con estas nuevas restricciones en los próximos días.
El director general de Salud Pública, Francisco Javier Falo, ha destacado también la importancia de limitar estas actividades de ocio y encuentros sociales de más de diez personas, no solo en las zonas más afectadas sino también en otras donde los casos todavía no hay trasmisión comunitaria. Es ahí, según Falo, donde se tiene todavía una “capacidad y recorrido para prevenir” más amplios.
