“Aragón Alimentos Nobles. Lo que ves, es”. Este es el lema de la campaña de promoción de los productos de la Comunidad que ha puesto en marcha el Gobierno autonómico con siete cadenas de distribución por todo el país. El objetivo es duplicar la presencia de estos alimentos y proveedores aragoneses en los lineales de los supermercados, así como multiplicar la cifra de ventas.
No en vano, desde el sector reconocen que la Comunidad está “insuficientemente conocida” en el resto de España. Si en los supermercados aragoneses hay un millar de referencias de productos “made in Aragón”, lejos de las fronteras apenas diez de cien fabricantes tienen presencia en los lineales de las cinco principales cadenas. Por ello surge esta campaña, tanto publicitaria como de la mano de las cadenas de distribución, que supondrá una presencia destacada de los alimentos aragoneses en 189 centros repartidos por toda la geografía aragonesa pero también en el resto de la geografía nacional, gracias a la implantación nacional de algunas de estas compañías.
Un ejemplo de ese escaso reconocimiento fuera de la Comunidad es el ternasco. El consejero de Agricultura, Joaquín Olona, reconoce que en el territorio “damos por hecho que es muy conocido, y no lo es”. Caso contrario es el del vino, ya que este sector “apostó hace muchos años por lo que ahora vamos a hacer”.
Esta campaña, para la que el Ejecutivo destina 2,5 millones de euros, se basa en una característica tradicionalmente atribuida a la población aragonesa: la nobleza de sus gentes. Una virtud que se transmite, con una creatividad singular, a los alimentos de Aragón. Y que, además, habla de algo esencial: la seguridad y la confianza en un alimento fiable, sano y con la mejor calidad y sabor. Los aragoneses, al igual que sus alimentos, no tienen dobleces.
A partir de esta semana se va a coordinar una completa agenda de actividades dirigidas principalmente a los “responsables de compra en el hogar” en la distribución moderna, un público que en España se calcula supera los 18 millones de personas, teniendo como objetivo impactar en un 70% de ellos.
El futuro de la agroalimentación
Dar este paso hacia el reconocimiento nacional es un pilar imprescindible para la consolidación de la industria agroalimentaria aragonesa. Supone el 10% del PIB y el 12% del empleo de la Comunidad, y, solamente en la agroindustria, desde 2015 su empleo ha aumentado un 36,5% hasta los 18.700 trabajadores y se espera que este mismo año se aumente en mil el número de empleados. Además, sus exportaciones se han duplicado hasta superar en 2019 los 1.700 millones de euros, el número de empresas se ha incrementado un 4,4% hasta las 1.042, y la facturación del sector alcanzó el pasado año los 5.250 millones de euros, un 55% más que hace cuatro años.
Para ello, será fundamental tener capacidad de transformar la materia prima que ya se produce en Aragón. El presidente de la Asociación de Industrias de la Alimentación de Aragón, Félix Longás, calcula que podrían abastecer a nueve veces la población de la Comunidad. “Queremos que la transformación de alimentos se realice en Aragón, donde se produce la materia prima, contribuyendo con ello a fijar población. Necesitamos ser conocidos y reconocidos por los consumidores”, ha reivindicado.
