A dos días para que finalice la XXXVII Feria de Artesanía Aragonesa, los visitantes que todavía no han recorrido los diferentes estands aprovechan para asistir a la sala Multiusos del Auditorio de Zaragoza y comprar regalos navideños de lo más originales; porque si algo especial tiene esta feria es que sus productos son todos elaborados a mano.
La situación de pandemia no ha impedido que, lo que hoy en día se conoce como la cita más importante de Aragón con el sector de la artesanía, haya vuelto a llenar de originalidad el Auditorio con productos artesanales de lo más variado. Sin embargo, según la presidenta de la Asociación de Artesanos de Aragón, Susana Martín, “este año, las circunstancias han sido extraordinarias y organizar esta feria ha sido complicado. El Gobierno de Aragón nos ha ayudado mucho y al final hemos llegado a un buen fin”, asegura satisfecha.
A pesar de que Martín se alegra por la afluencia de público, ha reconocido que tanto el número de visitantes como de artesanos ha disminuido con respecto al año anterior. Por ello, anima a que nadie se quede sin visitar la feria y explica que “este es uno de los lugares donde el público puede sentirse más seguro”. De hecho, la organización está llevando a cabo todas las medidas de control que sanidad recomienda.
Todo para reactivar un sector que, en palabras de Martín, se ha resentido últimamente: “Esto ha sido un soplo de aire fresco. Con la feria los artesanos podremos respirar un poco en este año tan duro para el sector”.
