Educación en una sociedad hiperconectada

El 64% de los mayores se conecta entre 1 y 4 horas al día
photo_camera El 64% de los mayores se conecta entre 1 y 4 horas al día

La sociedad hiperconectada es un concepto relevante en la actualidad. Se refiere a las posibilidades de interconexión que tienen las personas en un entorno digital y en línea.  Las limitaciones de tiempo y espacio desaparecen. Además, la interconexión también involucra a los objetos, al llamado internet de las cosas. Es de asumir que la educación no es ajena, ni debe serlo, a esta nueva manera de relacionarse.

Entre otras razones porque profesorado y alumnado están desde hace tiempo hiperconectados. Es inevitable ignorar los entornos educativos creados o que se están creando a raíz de la COVID-19. Algunos acertados y otros experimentales. En cualquier caso, al igual que en el aula presencial física, hay una huella que implica comunicar una identidad y reputación.  Cuestiones fundamentales a tener en consideración porque son signos e imagen de la enseñanza.

Incorporar dos ideas a la práctica de la enseñanza en el entorno digital: reputación e identidad digitales. Con respecto a la primera, reputación digital, es la opinión, consideración, prestigio o estima que alguien tiene de una persona o de una organización en el contexto digital y en línea. ¿Coincide con la reputación «fuera de línea» o es diferente? Esta percepción se crea a partir de la segunda, la identidad digital. Entendiéndola como el conjunto de mensajes y acciones que realizamos cuando accedemos y navegamos en internet.

¿Cuántas interacciones digitales realizamos cada día en la enseñanza? Alumnado, familias, colegas, equipo directivo, personas anónimas o compañeros circunstanciales en congresos, seminarios o jornadas. Cada acción es observada y valorada. Hay estudios que indican una penetración mundial, en usuarios de internet, del 59%. En España es del 91%. Dejamos una huella digital que conviene revisar, valorar y replantear, si fuera el caso. Al respecto, la palabra «concienciar» es fundamental. El hecho de ser «consciente»: darnos cuenta «de los propios actos y sus consecuencias»; del uso, consumo, actividad, acciones y creación de contenidos.