La emoción de ganar el premio Princesa de Asturias sigue vigente -como no puede ser de otra manera- en el entorno y la familia de Teresa Perales. Ahora afronta los Juegos con muchas más ganas y está convencida de que puede volver con medallas colgadas. Hay mucha felicidad, y su hijo “sigue en una nube”, como ha recordado la nadadora.
La secuencia del chaval fue de lo más curiosa. Llegó a casa sin saber nada de lo que había sucedido y se encontró con las cámaras de televisión en la puerta. Le recibió su madre emocionada y fue entonces cuando le dio la noticia. “Desde ese momento no ha dejado de hablar maravillas de su madre y está en una nube”, señalaba la deportista. Incluso, le daba respeto ir al colegio por la repercusión de la noticia.
A nivel personal, es el broche de oro para su carrera, en donde suma ya 26 medallas. Ahora se tiene que rehabilitar el hombro para poder participar en los Juegos. “La recuperación hará más épica la llegada a Tokyo”, manifestaba. Todavía queda “mucho que afinar”, y más teniendo en cuenta que el confinamiento ha pasado factura.
Este miércoles fue cuando le otorgaron el galardón, al que optaron 18 candidaturas de nueve nacionalidades. La zaragozana firmaba una nueva página en la historia del deporte tras recibir un premio con campeones de la talla de Rafa Nadal o Michael Schumacher.
