"Me miró con odio y sonrió, después me cogió de la coleta y me puso el cúter en el cuello"

El juicio ha tenido lugar esta mañana en la Audiencia Provincial de Zaragoza // Foto: Laura Trives
photo_camera El juicio ha tenido lugar esta mañana en la Audiencia Provincial de Zaragoza // Foto: Laura Trives

“Lo único que pensé era que si me mataba que me encontrasen”. Esta fuerte sensación ha afirmado que llegó a tener la joven que fue degollada por su exnovio con un cúter en Miralbueno en mayo de 2019 ante la negativa de la joven de volver con él. Afortunadamente, la ruta 53 del bus urbano de Zaragoza evitó su muerte ya que su conductor contempló la escena, echó el freno del vehículo y consiguió evitar que el joven prosiguiese clavándole el cúter. La joven ha relatado cómo, antes de acuchillarla, Fabio Miguel C.C. la “miró con odio, le sonrío, le cogió de la coleta y le puso el cúter en el cuello”.

Este lunes ha comenzado el juicio a Fabio Miguel C.C. como presunto autor de un delito de tentativa de homicidio por el que piden hasta 14 años de prisión por el violento suceso. La chica decidió finalizar la relación con él pero éste, según ha relatado la víctima, no cesó en sus intentos de volver con ella, enviándole mensajes por doquier a ella y a sus contactos más cercanos. Finalmente, la joven ha afirmado que quedó con él para ir a recoger las cosas que había dejado en su día en su casa y fue allí, en la despedida, cuando Fabio la convenció para subirse al coche.

“Con la mano derecha en el bolsillo me miró con cara de odio y me sonrió. Me asusté y pensé que algo iba a pasar. Me cogió de la coleta, me agarro fuerte y me puso el cúter en el cuello”, ha declarado la joven. La joven condujo, según ha defendido, orientada por su exnovio, que la tenía amenazada con el cúter. Y es aquí cuando Fabio le espetó: “Si no estás conmigo, no vas a estar con nadie”.

“Paré el coche y me dijo que tirase, le dije que no y al final decidí abrir la puerta y empezó a cortar”, ha afirmado.

Manuel Izaguirre, el conductor del bus 53, ya estaba terminando su turno cuando vio unas piernas agitarse desde un coche y pensó que podría ser un ataque de epilepsia. No lo dudo un segundo y bajó del autobús. “Ella estaba con la cabeza agachada y él le estaba cortando el cuello”, ha descrito en la sala.

Manuel consiguió sacar a la joven malherida y con ayuda de otros viandantes más consiguieron reducir a Fabio, que también comenzó a cortarse el cuello mientras pedía a todos los presentes “que lo mataran”. En esta reducción, el conductor del autobús sufrió un corte en el dedo meñique.

“No me acuerdo de nada”

Sin embargo, Fabio ha declarado “no acordarse de nada” y que solo recuerda “los golpes que le dieron para despertarse”, una vez ya había proferido los cortes. También ha afirmado que esa noche tomó vodka y speed. Ha aprovechado también para pedir perdón a todos los implicados.