La planta de Opel en Figueruelas retomará la producción este viernes 27 de agosto después de cuatro días paralizados. Los trabajadores del turno de noche del pasado domingo 22 de agosto ya no acudieron a sus puestos de trabajo debido a la falta de microchips para fabricar los vehículos. Ahora son los del turno de mañana de ambas líneas de ensamblaje los que volverán a la actividad, seguidos de los del turno de tarde, y sumidos en una gran preocupación por si la empresa tiene que detener de nuevo la producción.
“No sabemos para cuanto tiempo volvemos porque la situación es complicada, esperemos no parar”, ha declarado el presidente del comité de empresa de Opel, Rubén Alonso, quien ha añadido que la situación de los semiconductores es “un tema complicado” que podría ocasionar una nueva paralización del trabajo.
El viernes regresan a la actividad los empleados tanto de la línea 1, dedicada al Crossland y al Citroen C3 Aircross, como de la línea 2, que se encarga en exclusiva de las dos versiones del Corsa, la eléctrica y la de motor de combustión.
Eso sí, el ambiente que se respira en estos momentos en la planta de Figueruelas es de intranquilidad. “Los trabajadores estamos preocupados, más que nada porque estamos viendo que la situación es a nivel mundial y que todas las plantas de automoción, tanto las de nuestro grupo como las de otros, están teniendo que parar por este problema”, ha dicho Rubén Alonso.
Ante esta crisis que está sufriendo el sector del automóvil, Opel está trabajando en encontrar alternativas, tal y como ha explicado el presidente del comité, pero es “muy complicado” porque fabricar un producto de esa índole “no es fácil”. Además, “requiere mucho tiempo para poder poner en marcha a toda una industria”, ha señalado Alonso. Ahora solo una cosa ronda entre los trabajadores de la planta de Figueruelas: “Esperemos que no tengan que anunciarnos que pronto se paraliza otra vez”.
