El Gobierno de Aragón reconoce la “preocupación” por la ralentización del descenso de contagios en los últimos días. Los 342 casos confirmados este miércoles suponen 88 más que hace una semana, aunque el puente festivo pudo distorsionar los contagios notificados en las jornadas posteriores, manteniéndose el descenso en la incidencia acumulada a 14 días.
Así lo ha expresado la consejera de Sanidad, Sira Repollés, que achaca este “pequeño repunte” a las “No Fiestas” que tuvieron lugar a mitad de agosto, cuando multitud de localidades debían haber celebrado sus días grandes, aunque todos los actos estuvieran suspendidos. Es el ejemplo de Huesca capital, cuya incidencia está viviendo un importante repunte desde San Lorenzo, alcanzando los 350 positivos a siete días y 615 a dos semanas.
“La posibilidad de repunte es real. En Huesca, pese al toque de queda, con el que conseguimos disminuir muchos los casos, ha habido un repunte importante y estamos en un ligero incremento. En Jaca, que ha tenido muchísimos contagios, no hemos tenido esas “No Fiestas” y el descenso se está manteniendo. Tenemos clara la relación directa entre la celebración o agrupaciones en fechas de las teóricas fiestas con un repunte de casos. Nos preocupa mucho”, ha expuesto Repollés, que no ha querido aventurarse a dar su opinión respecto a la decisión que se tome el 2 de septiembre con las Fiestas del Pilar.
La consejera también ha hablado respecto a la situación en las residencias de mayores y, en concreto, sobre la de Malón, donde se ha detectado un brote con trece positivos. “Aunque siguen existiendo brotes, la repercusión en hospitalizaciones y muertes no es comparable a la de otras olas”, ha tranquilizado Repollés, que ha calificado como “muy aceptable” la presión hospitalaria actual, en torno al 7% de ocupación, y como “moderadamente optimistas” con las UCI, donde se ha llegado al pico de esta sexta ola.
