La falta de suministro de microchips, un componente esencial para la fabricación de vehículos, ha provocado que la fábrica Stellantis Figueruelas anuncie la suspensión de la actividad de la planta a partir del martes y hasta la próxima semana.
Los problemas de suministro de este componente, que viene escaseando a nivel mundial desde hace ya cerca de dos años, ya obligó a cancelar en los últimos días siete turnos de trabajo en sus dos líneas.
La dirección ha anunciado paros desde mañana por la noche y que se alargarán durante toda la semana por la escasez de los semiconductores desde el confinamiento al que se unen también los problemas entre China y Taiwan, que provocan nuevos retrasos en los suministros.
El presidente del comité de empresa de Stellantis, Rubén Alonso, ha mostrado su preocupación, dado que es un problema que, según auguran los expertos, no se solucionará a corto plazo y volverán a verse afectadas las dos líneas de producción.
“Los expertos no garantizan que se vaya a solucionar este problema a medio plazo ni a corto plazo”, ha lamentado Alonso, quien ha recordado que los retrasos en las entregas han sido constantes en los últimos dos años, aunque en Figueruelas la situación se había normalizado tras un mes de abril con parones de producción.
Los problemas se han acentuado en los últimos días tras el conflicto geopolítico entre China y Taiwan, ya que este último es el productor de casi el 70% de microchips en todo el mundo. El problema supondrá la pérdida de 19 turnos y, de momento, no hay una fecha prevista para regresar a la actividad, aunque confían en reanudar el próximo sábado.
La parada durante estas jornadas se compensa con los días de flexibilidad incluidos en el convenio colectivo y con el expediente de regulación temporal negociado hace unos meses.
Por otro lado, seguirá en marcha la nave de prensas, donde trabajan cerca de 300 personas, ya que fabrica piezas para otras plantas del grupo.
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