La restauración del Moncayo tras el incendio costará un millón y comenzará "cuanto antes"

Esta cifra permitiría, entre otras, actuaciones para la restauración hidrológica forestal, el seguimiento fitosanitario de las especies, recuperación de la biodiversidad, o construcción de puntos de agua
photo_camera Esta cifra permitiría, entre otras, actuaciones para la restauración hidrológica forestal, el seguimiento fitosanitario de las especies, recuperación de la biodiversidad, o construcción de puntos de agua
La restauración de las zonas afectadas por el incendio de Añón de Moncayo del pasado agosto tendrá un coste de un millón de euros según la estimación inicial que ha hecho desde la Dirección General de Gestión Forestal del Gobierno de Aragón. Esta cifra permitiría, entre otras, actuaciones para la restauración hidrológica forestal, el seguimiento fitosanitario de las especies, recuperación de la biodiversidad, construcción de puntos de agua, recuperación de infraestructuras y mejora de accesos. El director general de Medio Natural y Gestión Forestal, Diego Bayona, se ha reunido este viernes con los alcaldes y representantes de los municipios afectados para proponer este plan de restauración para toda la zona. Durante la reunión, ha recabado las propuestas de los propios alcaldes y ha presentado una estimación de lo que el Departamento invertirá en la recuperación de los montes públicos de estas zonas. El objetivo de esta visita, ha explicado Bayona, “es hacer un balance con el propio territorio de la situación y empezar a trabajar lo antes posible en la recuperación de los montes de la zona”. “Como persona de origen rural que soy, sé de primera mano la importancia que tiene la recuperación de los montes afectados por un incendio para sus habitantes, por lo que estaremos con el territorio todo lo que sea necesario”, ha añadido. Como ha explicado Diego Bayona a los alcaldes, “la experiencia en restauraciones anteriores nos demuestra que, para bien o para mal, la restauración no depende tanto de las técnicas utilizadas que se emplean sino de la masa forestal que había antes del incendio y de las condiciones meteorológicas tras el mismo”. “El monte tiende a reproducir lo que había antes, por lo que una de las prioridades es reducir la erosión y la pérdida de fertilidad del suelo y reforzar la resiliencia de la masa forestal frente a futuros incendios y frente al cambio climático”, ha señalado. En la reunión, además del director general y los alcaldes de los municipios afectados, han asistido dos de los técnicos que están trabajando en la elaboración del informe para el diseño del Plan de Restauración tras el incendio de Añón del Moncayo. Estos técnicos han querido dejar claro que “un monte con vegetación no es un monte sucio, la vegetación forestal es algo más que combustible para un fuego y que tiene un papel fundamental para el control de la erosión y el fomento de la biodiversidad”. Bayona, que es originario de la zona del Jiloca, comarca fuertemente afectada por importantes incendios este verano, ha querido expresar, una vez más, el comportamiento ejemplar que están teniendo los territorios golpeados por incendios forestales este año. “Como bombero forestal que soy, me ha tocado de cerca atender gran número de incendios durante mi vida, pero lo que ha ocurrido en Aragón este verano nos tiene que hacer recapacitar sobre la necesidad de que todos los agentes nos impliquemos en potenciar una gestión adecuada de nuestros montes. Una gestión que permita a los municipios encontrar una vía económica más para su desarrollo, pero también que permita mantener sus entornos para las generaciones futuras”, ha añadido, “en esto llevamos toda la legislatura trabajando y el resultado lo presentamos ahora en otoño, mediante un Plan Forestal que ponga los montes aragoneses en el centro de la economía rural”. El incendio de Añón de Moncayo El 13 de agosto de 2022, alrededor de las 15:00, se declaró un incendio en el término municipal de Añón de Moncayo, en el paraje conocido como la Huecha, a escasos metros del casco urbano de la población. La situación meteorológica de aquel día era extremadamente compleja, con fuertes rachas de viento de suroeste, por otro lado, el nivel de alerta de prevención de incendios forestales era rojo, el máximo. A esta situación, se unió la muy alta disponibilidad de la vegetación para arder, propiciada por las altas temperaturas registradas desde principios del mes de junio y por la escasez de precipitaciones. El perímetro provisional del incendio, obtenido a través de imágenes del satélite Copérnicus, arroja una superficie total quemada de 6.253 ha. Los municipios más afectados por el incendio han sido Borja, en primer lugar, con 2.257,08 ha, y en segundo lugar Ambel, con 1.022,21 ha. El incendio afectó, sobre todo, a monte arbolado, de total de hectáreas quemadas, este tipo de superficie supone el 42,50%, seguido por el matorral, con un 39,69 % y un 17,81 % de superficie agrícola.