“Como una riña entre compañeros”. Así asegura Carlos, el padre la niña de diez años que trató de suicidarse en Zaragoza por un posible caso de bullying, que es como trató el colegio el caso de su hija. El suceso, que tuvo lugar en el barrio de San José el pasado viernes, ha llevado al progenitor a conducirlo por la vía legal, acudiendo este martes a un abogado ante la falta de acción de la que acusa al centro.
Saray, la menor, cambió “su comportamiento y sus actitudes” en un momento determinado, según ha relatado su padre. Inicialmente, él y su mujer lo achacaron al cambio de país y la adaptación. No era así, y es que la niña les confesó que le molestaban en el colegio. “Lo pusimos en conocimiento de los profesores, quienes nos aseguraron que no iba a seguir pasando”, ha comentado.
Lejos de terminar, continuó. Fue entonces cuando trataron de hablar con la directora y “no les fue posible”. Sí hablaron con la tutora, según ha reconocido Carlos, quien les aseguró “que ella iba a ponerle fin”. A su juicio, el problema se agrava mientras, en líneas generales, “el colegio no le da la importancia necesaria” hasta el punto que la confianza de Saray en su familia y la institución educativa se rompe. “Empezó a guardarse las cosas”, ha lamentado, y “culminó en esta tragedia”.
Antes, su mujer también intentó mediar pero se encontró la misma respuesta, por lo que ha protestado que “siempre estuvieron al tanto”.
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