Opinión

Jugando con fuego

Los dirigentes del Real Zaragoza - Agapito, paso adelante paso atrás- parece que quieren seguir jugando con fuego. Llevan las últimas temporadas estirando mucho de la cuerda para configurar el equipo y se puede romper.

Los dirigentes del Real Zaragoza - Agapito, paso adelante paso atrás- parece que quieren seguir jugando con fuego. Llevan las últimas temporadas estirando mucho de la cuerda para configurar el equipo y se puede romper.

En los últimos años se traen diez o doce jugadores en invierno -que normalmente no conocemos a casi ninguno- para intentar salvarnos del descenso, fichan jugadores “en paro”, pasada la fecha límite del cierre del mercado, traen jugadores para cederlos como Lucas Porcar; en fin, que cada temporada nos sorprenden con algún modo o variedad de contratación, compra, fondo de inversión,  alquiler o cesión desconocida.

Esta temporada parecía que todo iba a cambiar, por lo menos con la puesta en escena que se hizo en mayo con la renovación de Manolo Jiménez y el famoso paso atrás de Agapito. Pues me temo que, a pesar de los compromisos adquiridos con el Míster, de tener configurada la plantilla al comienzo de la pretemporada, no ha sido así, y vamos a tener más de lo mismo.

El equipo sigue igual, con las mismas carencias, un equipo a medio hacer, sin traer a los jugadores por línea que pedía el entrenador y recuperando jugadores, que están de vuelta de todo, cargados de años y sin equipo. Pero lo más preocupante es que Manolo Jiménez, que ha sido un símbolo para nuestra afición e hizo sacar a un equipo hundido la raza, la casta y la ambición, da  sensación de que está cayendo en el conformismo ante la impotencia y los incumplimientos de Agapito.

Lo más peligroso de todo esto es que si los directivos  del club siguen jugando con fuego… se pueden quemar. No se puede jugar con esta magnífica afición, que está soportando unas temporadas horribles, unos precios de los abonos de los más caros de 1ª división, para luego medio regalar las entradas con la excusa de buscar más apoyo en la grada. Esta afición, que ha despertado el espíritu y el sentimiento  zaragocista en desplazamientos a Gijón, Mallorca y ha conseguido movilizar a más de 12.000 zaragocistas hasta Getafe y en los momentos más duros de la crisis económica que nos está azotando, no se merece esto.