A través de sus fotografías Ricardo Compairé nos legó el registro de un tiempo que ya no existe; de unas costumbres, oficios, trajes y paisajes que, aunque forman parte del recuerdo, configuran un tesoro de la identidad aragonesa. Alejado de tendencias plásticas como el pictorialismo y mucho más cercano a la fotografía documental y etnográfica, se vislumbra en su producción un prisma estético cuidado y repleto de intención, así como una manifiesta dirección de las composiciones, pensadas y meditadas.

LO MÁS VISTO