Decía Aristóteles que el objetivo del arte es representar no la apariencia externa de las cosas, sino su significado interior. Quizás, Antonio López veía más allá de sus «Rosas rosas» y no buscaba pintar unas bonitas flores sino transmitir sensaciones a todos aquellos que las admiraran por primera vez. Algo que ya se puede hacer en el Museo Goya y es que estos dos lienzos inéditos del pintor realista forman parte de la exposición «Infinita Realidad», un recorrido a través de 47 piezas de pintura, escultura y dibujo de los llamados «realistas de Madrid» que se podrá ver hasta el 18 de septiembre.
INFINITA REALIDAD
