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Nos los educan otros

¿Podemos educar a nuestros adolescentes? Caminaba hace unos días por el Paseo de la Independencia cuando me topé con un compañero que no veía hacia años. Nos dimos un abrazo y comenzamos a hablar de cómo nos iba a los dos. En mitad de la conversación mi compañero con un gesto como de querer hacer memoria, me dijo: “Por cierto, tú eras psicólogo, ¿no?” a lo que respondí que sí, que eso no se pierde con la jubilación. Y, a continuación, le digo con mucha seguridad: “Y, ¡tú tienes un hijo de 15 años!” a lo que me dijo también que sí. Entonces me volvió a preguntar: “¿Cómo lo sabes?”. Yo le respondí: “Porque soy psicólogo, y porque cuando él tenía 6 años no te importaba que yo fuera psicólogo”. Efectivamente, como dice el refrán “Nos acordamos de Sta. Bárbara cuando truena”.