El capitán del Casademont Zaragoza Rodrigo San Miguel y el alero Santi Yusta han comparecido este lunes en rueda de prensa para hacer repaso de la agónica temporada que ha vivido el club en la Liga Endesa, salvado sobre la campana en la última jornada y tras vencer a domicilio a UCAM Murcia. Ambos jugadores han aprovechado, además, para dar detalles sobre su futuro más inmediato en la entidad rojilla: Yusta seguirá al menos el año que tiene más de contrato y Rodrigo San Miguel tiene opción de un curso adicional, a la espera de lo que decida el club “en los próximos días”.
“Tengo un año más, yo tenía mi mochila de responsabilidad también porque tenía un año más, me quiero quedar aquí y hubiera sido muy jodido bajar. Quería quedarme aquí y que el equipo siguiese en ACB. Alegría por quedarme aquí porque estoy muy a gusto”, ha repetido Yusta convencido de lo que quiere para su futuro.
Esa mochila de responsabilidad a la que aludía el alero madrileño, también la ha cargado un Rodrigo San Miguel que tenía la necesidad moral e individual de dejar al equipo en la ACB, esté o no el curso que viene. “Soy de aquí, llevo cinco años en el club contando todos los años, capitán, y tenía una mochila de mucha responsabilidad. No puedo dejar al equipo en LEB, pase lo que pase en el futuro, no lo concebía. Después del partido de Andorra pasé cuatro días tocado, con una sensación extraña de necesidad del próximo partido para que acabara esto. Y ahora la sensación de alivio es bestial”, ha reconocido el base zaragozano.
También ha habido hueco para la autocrítica. Los jugadores del Casademont admiten no haber hecho “los deberes” aunque se haya salvado la temporada. Un curso “muy duro” y con “muchísimos cambios”. “Este año la temporada ha sido la más difícil en cuanto a consecución de objetivos de todos los clubes. Burgos y Andorra este año han estado todo el año sufriendo y se caen de la competición. Hemos estado seis equipos luchando por salvar la categoría y sin duda ha sido la temporada más difícil de los últimos años”, ha apuntado San Miguel, consciente de que no han sido “regulares” y que los objetivos que se marcaron al comienzo de la temporada fueron cayendo, como la competición europea o los puestos nobles de la ACB.
“Todos en el club tenemos que hacer reflexión sobre lo que ha pasado para mejorar porque se sufre mucho donde hemos estado”, afirmaba. Por su parte, Yusta ha recordado la lesión que le mantuvo unos meses apartado de las pistas, por la que “poco a poco” ha tenido que ir recuperando la forma para “llegar al 100%”. “Ha costado, porque ha sido una segunda lesión que mina la cabeza, pero he llegado bien al final de temporada, he podido ayudar al equipo. No hemos hecho los deberes, pero hemos salvado la temporada. Hacemos borrón y cuenta nueva, reflexión y a seguir”, destacaba.
Tensión y nervios en Murcia hasta el final
El sábado, los ojos de Casademont Zaragoza y de todos sus aficionados estaban en cuatro pistas al mismo tiempo. Burgos, Bilbao, Murcia y Andorra. El banquillo rojillo lo vivió como un auténtico thriller de película. Y es que se trataba de una situación deportiva no vivida desde hace mucho tiempo en la Liga Endesa. “En los años que llevo no recuerdo una última jornada en la que tantos equipos estuviéramos implicados en el descenso”, ha expresado San Miguel.
Ambos jugadores han repasado cómo vivieron los últimos minutos de aquel partido vital en la pista murciana, donde Dino Radoncic hizo de protagonista inesperado. “Yo jugué los últimos minutos del partido, no lo sabía, los fisios y el preparador físico estaban con los móviles. No quería saber nada porque había que ganar nuestro partido. Cuando quedaban ocho segundos, Dino Radoncic me dijo que estábamos salvados”, ha indicado el ‘playmaker’ zaragozano. “Le dijimos a Dino que se callara y no pudo callarse”, ha dicho Yusta entre risas.