El Casademont Zaragoza ha ganado en tranquilidad tras imponerse al Fuenlabrada en un duelo donde la victoria no se podía negociar. Y ahí estuvo un fantástico Howard Sant–Roos, que brilló con luz propia para dirigir al cuadro maño hacia el triunfo. Ya lleva unos cuantos, y cree que las horas intempestivas a las que se despierta su pequeño hijo para tomar leche son las claves. De hecho, cuando llora de madrugada, aprovecha para estudiar a sus rivales.
Sus partidos son de un buen nivel y la mérito se lo ha querido dar a Sant-Roos Jr. Y eso que, cuando ha sido preguntado, no ha podido responder. “Ni yo mismo lo sé. No lo sé, de verdad que no. El crédito se lo voy a dar a mi hijo, que me tiene ahí sin dormir las noches y creo que estoy estudiando más a los otros equipos, de noche; a las tres, a las seis de la mañana, cuando se despierta por las noches a tomar su leche. El mérito va para él”, ha asegurado.
Estaba animado este martes Howard Sant – Roos, que ha seguido con las bromas antes del entrenamiento del Casademont Zaragoza. Viene ahora el gran parón clásico de estas fechas, y el alero cubano apostaba por cambiar de disciplina en este tiempo. “Mi criterio es que si no se juega hasta el cuatro de marzo, espero que juguemos ahora mismo a fútbol, pero Porfirio quiere trabajar y mantener esa mentalidad de ganadores”, ha sostenido.
Pero no han sido las únicas, ya que hasta del coach, Porfirio Fisac, se ha atrevido a soltar alguna chanza. “Porfirio me tenía loco con que «Hay que ganar, hay que ganar…». Menos mal que hemos ganado”, ha suspirado. Pero lo cierto es que había que hacerlo, porque el equipo ahora está “mucho más tranquilo”. Han podido vencer, “algo muy importante”, y han hecho todos “un gran trabajo”.
UN EQUIPO EN MEJORES CONDICIONES
Lo cierto es que “fue con una mentalidad diferente” y consiguió el triunfo que buscaba. Howard espera que de “las fuerzas para seguir”, especialmente en su buen estado de forma. “Estadísticamente” fue su mejor partido, porque el equipo le buscaba y el acertó. Pero esto no quiere decir que no tenga margen de mejora. La defensa que hace no le gusta, cree que lo puede mejorar y que debe hacerlo.
En cualquier caso, está claro que hay algo que da luz a este Casademont Zaragoza y que Sant – Roos achaca “a la llegada de los nuevos, que ayudan mucho”. Era “lo que hacía falta”, es decir, “caras nuevas”. “Porfirio tiene ideas muy claras y nos las ha transmitido sus ideas claras, y eso es importante con los niños que tenemos de 25, 24 y 23 años, o de 17 como Aday o Lucas”, ha sentenciado el alero.