Casademont femenino se sobrepone a la baja de Fiebich para barrer a Jairis (83-68)

Pelea por el rebote entre las jugadoras de Casademont y Jairis
photo_camera Las mañas superaron un mal inicio para tomar las riendas y ganar con solvencia. Foto: Basket Zaragoza

Gran victoria y golpe encima de la mesa del Casademont Zaragoza femenino, trascendental para la confianza y autoestima de un equipo que llegaba con dudas, más teniendo en cuenta que no podía contar con su mejor jugadora, Fiebich. Las de Cantero hacían vibrar el Pabellón Príncipe Felipe y sellaban un triunfo por 83-68 que mantiene a las mañas en buena dinámica de cara a la Copa de la Reina.

Salía más compacto el cuadro visitante, frenando el arranque de Casademont femenino y tapando bastante bien sus vías ofensivas. El enfado de Cantero era evidente y tenía que frenar con 2-9 en el ecuador del primer cuarto. La solución venía desde los triples de Imani Tate, con dos consecutivos, minimizando así la añoranza hacia la figura de la ausente Fiebich. Las distancias se igualaban y, al menos, se había logrado parar la inercia de escapada de Jairis.

Sobre todo porque Serena Geldof e Imani Tate tomaban las riendas. La primera con su amenaza interior y, la segunda, con un tercer triple que aferraba a las mañas a la vida. De hecho, el primer bocinazo llegaba con 18-18 gracias a una canasta final que ponía la máxima igualdad. Se demostraba que el tiempo muerto de Cantero había supuesto una reacción necesaria, aunque todavía tocaría apretar más en defensa.

La mejor noticia era que Mariona Ortiz comenzaba a encontrar su rol en la pista, sin dedicarse a ser la que subiera la pelota y sí apareciendo ya en ataque para desequilibrar. Mariona y también Helena Oma, con dos triples consecutivos sumándose a la fiesta exterior iniciada por Tate. Y otro de Mariona para llevar la máxima diferencia hasta el momento con 29-23, destacando el 6 de 11 colectivo desde más allá de 6,75.

Lo escalofriante vino después. El Pabellón Príncipe Felipe contenía la respiración cuando Lara se iba al suelo, llorando, con evidentes síntomas de dolor y sin poder apoyar la rodilla. Se la llevaban de la pista con doble ayuda, directa a los vestuarios. Fatal noticia además a escasos días de la Copa de la Reina. A todo esto, parcial de 0-8 para las murcianas y empate a 31 de nuevo en el luminoso.

Pero un nuevo arreón de las aragonesas llevaba a las de Cantero a irse +6, 39-33, al descanso. Gracias a la dirección de Mariona Ortiz, con más riendas que nunca para tirar del carro, y también al despertar anotador en pintura de Vega Gimeno.

SEGUNDA PARTE

El tercer cuarto arrancó de manera muy similar al transcurrir de los anteriores. Intercambio de canastas, con Imani Tate liderando la ofensiva local gracias a su muñeca desde fuera en uno de sus mejores partidos de los últimos tiempos. Eso sí, Jairis no le perdía ni mucho menos la cara al choque con Evans mostrando su poderío en la pintura.

Aunque Evans, que tenía la oportunidad de acercar a su equipo con tres libres consecutivos, los falló todos. Por tanto, tres últimos minutos con 50-45 y aunque no existía ya la fluidez del segundo acto sí que al menos se mantenía el liderazgo en el marcador. Sobre todo también porque Helena Oma enarbolaba la fiabilidad en pista, poco a poco, sumando, sin tantos focos pero haciendo un trabajo espectacular para las suyas.

El último cuarto y decisivo arrancaba con 60-51, tras un festival consecutivo de triples por parte de ambas escuadras. Por la local, sellados por Helena Oma y Carmen Grande. El intercambio de canastas continuaba parejo, neutralizando los buenos minutos de la visitante Higgs. Y no sólo se neutralizaba, sino que la brecha aumentaba. Canasta de Gatling y por primera vez se superaba la barrera psicológica de diez puntos, obligando al entrenador de Jairis a frenar con tiempo muerto con 69-58.

El choque se rompería de manera definitiva, recuperando Casademont Zaragoza una eficacia ofensiva que parecía perdida en las últimas semanas. De hecho, las de Alcantarilla ya habían dado su brazo a torcer y era momento incluso para lucirse, aumentando la sangría en el luminoso hasta los cerca de 20 puntos. Bueno, y con Tate exhibiéndose. Al final, un 83-68 que regenera la confianza en el vestuario y en un equipo que sabe estar fuerte y entero pese a la ausencia de una estrella. Y la lesión de otra.