Esguinces, roturas en las costillas y vértigos merman al Casademont en su semana "decisiva"

El Casademont queda mermado por el esguince de Jessup, la rotura de Langarita en las costillas y los vértigos de Aday Mara
Porfirio Fisac dirige un entrenamiento del Casademont en el Felipe
photo_camera El Casademont Zaragoza tiene que ganar para sellar la permanencia. Foto: Laura Trives

La semana clave del Casademont Zaragoza se afronta con varios problemas antes de recibir a Unicaja. El cuadro zaragozano ve su plantilla mermada por el esguince de Justinian Jessup, por la rotura fibrilar de Lucas Langarita en las costillas y los vértigos de Aday Mara. Tres cuestiones para hacer frente a una semana que el coach, Porfirio Fisac, ha calificado de decisiva. Y hace bien, porque puede suponer decir adiós definitivamente a la pelea por el descenso.

A estas alturas, Jessup sigue fuera. Se intenta meterle lo antes posible, pero “se está complicando más de lo normal”. Lo que era un esguince está costando meses de curar y son cerca de cinco veces las que ha entrado sin éxito. De los jóvenes, Lucas se está perdiendo los últimos días por un problema intercostal, donde sufre una rotura fibrilar desde el torneo que jugó. “Nos ha salido caro el torneíto”, ha apuntado Fisac. Por último, Aday sufre vértigos desde el martes y tuvo que ir al hospital. La duda es más que seria.

Pero ahora “da igual quién este y quién no”, porque “es la semana más importante” del Casademont Zaragoza. Ganar es salvarse; perder, seguir mirando la tele. Y Fisac necesita que todos los sanos tengan den el máximo, no se noten rotaciones y entiendan que hay que jugar a alto nivel. “Es la semana más decisiva desde que estoy, es confirmar el buen trabajo que llevamos, no es momento de esperar”, ha valorado. Además, ante un rival “todo menos fácil”, que puede hacer historia “entre las mejores plantillas de Unicaja".

Será necesario, además de jugar a un nivel extraordinario, que en el Príncipe Felipe se juegue “con seis”. Y ahí la afición tiene un papel fundamental. A ello hay que sumar “disciplina táctica”, pero aun así, puede ser que “incluso con eso no valga”. “Si no, es prácticamente imposible de ganar. Tiene que ser el mejor partido que hemos jugado”, ha valorado el míster ante un rival “de entre los tres mejores de la competición”.

SIETE PARTIDOS POR LA PERMANENCIA

A falta de siete duelos por disputarse, “no se puede decir que algún equipo no puede ganar seis partidos”. No se puede dar a nadie por descendido, a pesar de que unos tengan más papeletas que otros. En ese sentido, Fisac ve al Casademont Zaragoza “bien ubicado, aunque no está conseguido”. Y es con una victoria con lo que daría la temporada por salvada “en un 80 o 90%”. Además, hay que tener en cuenta que el average es positivo con la zona baja.

Dos partidos consecutivos en casa, especialmente tras el alto nivel mostrado ante la afición, brindan al Casademont Zaragoza cierta tranquilidad. Fuera es donde ha habido “dientes de sierra”, porque entran otros factores como la grada o el compromiso del rival ante su gente. Lo importante es que se sepa el motivo de una derrota, y eso lo palpa Fisac. Pero ahora hay que dejarlo todo sellado. Volviendo a la clave de una victoria imprescindible, se trata de que quienes jueguen, lo hagan “al máximo” y sin notar rotaciones. Por ello pasa un triunfo que dejaría al equipo encarrilado un año más en Liga Endesa.