La permanencia del Casademont: una difícil y reconfortante travesía

La victoria ante Joventut certificó matemáticamente la permanencia. Fotografía: Casademont Zaragoza.
photo_camera La victoria ante Joventut certificó matemáticamente la permanencia. Fotografía: Casademont Zaragoza.

Tras 31 jornadas, el objetivo ha sido cumplido. El Casademont será equipo de ACB por 14ª vez consecutiva. El triunfo ante el Joventut (87-77) certificó matemáticamente la permanencia tras una temporada de altibajos en la que el club zaragozano empezó con seis derrotas consecutivas, pero que ha logrado enderezar en las últimas jornadas con triunfos. El conjunto de Porfirio Fisac respira aliviado con esta última victoria y puede ahora gozar de tres encuentros restantes para disfrutar.

Es cierto que este ejercicio los equipos de abajo han pinchado más de lo normal. Hasta 27 derrotas acumula el Fuenlabrada, pasando por las 23 del Granada o 22 del Betis, que ostentan los últimos tres puestos. Si miramos otras temporadas, en la pasada 21-22, los últimos equipos no registraban tantas derrotas: MoraBanc Andorra con 22, Hereda San Pablo Burgos también con 22 o Urbas Fuenlabrada con 21. Esto hace suponer que este año la competición ha castigado más a los equipos de abajo y ha ampliado el margen entre los equipos que ocupan mitad de tabla para abajo con los que están en el descenso.

De todas formas, competir en la ACB no es una broma. De hecho, el Casademont ha tardado 31 jornadas en conocer su destino, que por momentos parecía abocado a la LEB Oro. Los primeros encuentros con Martin Schiller al frente del equipo fueron muy grises. Cuatro derrotas consecutivas y un penúltimo puesto que desembocó en la destitución del técnico austriaco. Fisac llegó por segunda vez al club zaragozano para intentar poner orden y tras caer ante Fuenlabrada (79-82) y Joventut de Badalona (89-84), el equipo logró su primer triunfo. El vencido no fue nada más ni nada menos que el Real Madrid (94-89) en un partido espectacular en el que el Príncipe Felipe vio al mejor Aday Mara y a un Jessup que anotó hasta 28 puntos logrando el MVP del partido con 31 de valoración.

Tras la victoria ante el Real Madrid, el Casademont venció al Betis (67-83) y todo apuntaba a que los fantasmas habían desaparecido, pero no. En nueve partidos, el equipo de Fisac alcanzó tan sólo dos victorias. La primera vuelta pasó y los rojillos volvieron a ganar al Betis (89-82). Tras la jornada 19, el equipo acumulaba cinco victorias y 14 derrotas que dejaba al Casademont en el puesto 15º.

LA IMPORTANCIA DE SANT-ROOS

El triunfo en la jornada 20 ante Carpus Fuenlabrada (71-85) marcó un antes y un después en la trayectoria de los de Porfirio Fisac. En ese momento acumulaban tan solo dos triunfos en los últimos ocho choques y vencer era una cuestión más mental que física. Howard Sant-Roos se echó el equipo a la espalda y tanto ante el propio Fuenlabrada como contra el Barça (85-83), el alero cubano realizó una ‘masterclass’ de cómo se debe jugar al baloncesto. Ante Fuenlabrada firmó uno de sus mejores actuaciones sumando 24 puntos y 5 rebotes que le otorgaron un 34 valoración, siendo el MVP del partido. Contra el Barcelona, el jugador de 31 años volvió a ponerse la capa y registró 21 puntos y 5 rebotes, que de nuevo le otorgaron la mejor valoración del partido (33).

El cambio llegó y tras estos dos choques, capitales para el equipo, el conjunto comandado por Porfirio Fisac acumuló hasta tres victorias en sus próximos cinco choques. Río Breogán (71-87), Valencia Basket (86-75) y Gran Canaria (76-73) saborearon la buena dinámica de una plantilla que empezó a crecer en lo grupal.

Buena señal fue el choque ante Breogán con unos buenos Wright (11 puntos) y Jessup (12), aunque con unos mejores Mekowulu (14) y Jovic (18) que marcaron la diferencia. Ante Valencia, la actuación coral del equipo fue magnifica. La plantilla se había encontrado y creía en sí misma. No obstante, un hombre destacó por encima del resto. Mekowulu asumió el mando y anotó hasta 25 puntos y cogió 9 rebotes, que le otorgaron un 36 de valoración. Asimismo, ante Gran Canaria hasta cinco jugadores sumaron más de 10 puntos, destacando el papel de Hlinason que cumplió tanto en ataque (14 puntos) como en defensa (6 rebotes, siendo cuatro en defensa).

Esta serie de triunfos le hicieron al Casademont llegar en la jornada 27 a las 10 victorias. Apenas faltaban dos para lograr la permanencia matemática y las espadas estaban por todo lo alto. Una ajustada derrota en la siempre complicada casa del UCAM Murcia dejó la permanencia en barbecho. No obstante, el equipo de Fisac no se rindió y el siguiente partido lo ganó ante Manresa (99-88) batiendo el récord de anotación. Apenas quedaba un triunfo para lograr la duodécima y definitiva victoria. Los siguientes rivales no parecían sencillos: Unicaja y Real Madrid. Ambos partidos se perdieron en los últimos compases y la moneda no cayó de cara para el Casademont.

De todas formas, el club zaragozano no desesperó y alcanzó la ansiada y necesaria victoria doce ante el Joventut (87-77) en un partido en el que la tranquilidad llegó en el último cuarto con un enorme Simanic (21 puntos y 27 de valoración) y un sólido Yusta, que también firmó 21 puntos. Así, el Casademont puede relajarse y disfrutar de los últimos tres choques en los que querrá acabar en la mayor posición, corregir errores y mirar de reojo a la próxima temporada, ya la 14ª en ACB.