Su objetivo radica en sumar minutos de calidad en la ACB.

El Casademont Zaragoza ha presentado este lunes al escolta burgalés Miguel González, uno de los múltiples fichajes que han llegado este curso al cuadro rojillo con la idea de hacer una mejor temporada que la pasada. A pesar de llegar como una posición exterior, el exjugador del Força Lleida (LEB Oro) ha destacado en rueda de prensa que jugará en el sitio en el que le necesite el técnico del equipo, Porfi Fisac. «Me considero un jugador que puede hacer de todo, aunque no destaque en nada en general. En la plantilla tenemos jugadores en la línea exterior que ofensivamente son muy buenos. Quizá mi papel va a ser mas el trabajo sucio, la defensa y el rebote. Puedo aportar tiro exterior pero jugaré más de tres y de cuatro», ha matizado en primer lugar el escolta de 24 años, que ha añadido que «mi tarea por el momento es ayudar en la defensa con intensidad. Quizá poco a poco aparezca con nuevos roles que puedan ir mejorando el equipo».

Cabe destacar que el fichaje se hizo oficial el 15 de julio, cuando el jugador de 202 centímetros ingresó por la puerta grande en las filas del Casademont Zaragoza. Respecto a su adaptación, González ha explicado que «ya estoy prácticamente adaptado a la ciudad y al equipo», ya que «llevamos una semana completa de entrenamientos más media de la semana pasada». No obstante, el efectivo reconoce que «siempre cuesta un poco más cuando llegas a un equipo nuevo, pero los compañeros me han adaptado bien. Somos muchos nuevos y con los entrenamientos y las actividades estamos creando poco a poco la química que necesita el equipo. En pretemporada ya he hablado con Fisac y me ha comentado que tengo que ayudar en las posiciones interiores por los jugadores que están en el Mundial y faltan por venir. Yo acepto el reto».

Por otro lado, el escolta ha explicado cómo se gestó su fichaje: «Al final de la temporada pasada, Porfi contactó conmigo, ya que él me conocía de hace bastantes años y venía siguiendo mi trayectoria. Me comentó su idea, la valoré y no tardé en aceptarla. Con Porfi muchos jóvenes han tenido éxito a la hora de introducirse en la Liga», ha incidido González, que ve el Casademont como su oportunidad definitiva para dar el salto a las primeras ligas. «Para mí es un paso bastante grande. Vengo de jugar tres años en LEB y aunque ya conocía la ACB es un gran paso porque este año ya puedo dar ese plus que me faltaban años atrás. Creo que Casademont es un club en el que se puede crecer como jugador y con Porfi al mando seguro que es así», ha dicho contundentemente.

Además, el nuevo efectivo es sabedor de que crecer como jugador no es tan simple como decirlo y es consciente de que la calidad en la ACB es muy superior a la de la LEB Oro, en la que jugó durante tres temporadas, ya fuera una en el Real Canoe o dos en el Força Lleida. «La LEB Oro esta cada año más fuerte pero sigue lejos de la ACB. Tenía esa pequeña experiencia en ACB y los cuerpos son más grandes, hay más físico, más velocidad, menos espacios y mucha calidad. Es una de las ligas mas competitivas del mundo», ha sostenido González.

OBJETIVO PERSONAL Y COLECTIVO

El jugador también ha desgranado algunos de sus objetivos propios una vez llegado al Casademont. Básicamente, su finalidad durante este año radica en «mejorar como jugador, ganarme minutos y que sean de calidad y seguir mucho tiempo en la ACB». En el apartado colectivo, el escolta ha remarcado que «hay que formar esa química tan necesaria y a partir de ahí construir poco a poco. El primer mes de competición es importantísimo. No sabemos si estaremos en Europa y tenemos compromisos importantes en ACB. La idea es ir ganando partidos y en un par de meses veremos que objetivos nos podemos poner al final de la temporada».

Asimismo, la plantilla se encuentra conforme y trabajando a buen ritmo durante este periodo preparatorio. Poco a poco, el Casademont va tomando forma ya sea «haciendo bastantes sesiones, introduciendo nuevas jugadas o probándonos en amistosos, los cuales empezamos este viernes. Poco a poco iremos mejorando nuestra forma y una vez que lleguen los del Mundial y los que tienen que llegar será mucho mejor porque estaremos todos».

Finalmente, González ya conoce más que de sobra la palabra rasmia, que representa el carácter del equipo zaragozano y su unión con la marea roja. «Me han hablado bastante. De hecho, Fisac la está introduciendo poco a poco en el equipo. Ya tenemos un grito con la palabra rasmia y nos tiene que identificar a todos durante la temporada. Esa química entre la afición y el equipo es traducida perfectamente por la palabra rasmia», ha constatado el escolta para terminar subrayando que «todas las ciudades son exigentes. Cuando va mal el equipo es normal que la gente hable y pueda influir en el jugador. Nosotros tenemos que trabajar día a día y los resultados llegarán por sí solos».

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