¿Armas o salud?

Vivimos en el siglo del mono y el gasto militar contínua a pesar de la epidemia del Covid-19. En España se prevé una partida de 3.059 millones. A ello tendríamos que sumarle las acciones en el exterior pero en este caso existe una ocultación del coste real. Lo inteligente para salir de la prehistoria humana sería invertir en sanidad y por supuesto en educación, eso sería lo correcto y razonable dada la situación generada por el virus y las carencias que tiene la sanidad pública que ya son de un carácter alarmante.

Actualmente España está inmersa en dos misiones de la OTAN que no son misiones de paz ni de ayuda humanitaria como siempre la venden sino el objetivo final es combatir el terrorismo y patrullar el mediterráneo para darle seguridad militar a los buques de mercancías de los aliados OTAN o de Estados Unidos. El el 2019 ya se había disparado el gasto militar en nuestro país notificado por algunos como “record histórico”.

¿Qué les estamos enseñando a nuestros hijos y las nuevas generaciones de este país que es tan imprescindible las armas y la confrontación bélica? ¿Realmente es tan necesario que estemos financiando la OTAN un organismo del complejo militar industrial manipulado por Estados Unidos?

Para daros un dato os diré que solo para el programa Eurofighter el dinero equivaldría a 25 hospitales. O sea que para protegernos de una hipotético enemigo ya que no tenemos todavía ninguno a la vista tenemos que dejar que nuestros ciudadanos españoles se mueran o soporten unas esperas en los hospitales teniendo una sanidad ya precaria como lo ha demostrado el Covid-19.

Un tanque de guerra cuesta lo equivalente a 440 respiradores médicos.

El dinero destinado al Vehículo de Combate sobre Ruedas 8×8 daría lugar a la compra de 140 millones de test de Covid-19.

¿Armas o Salud ¿ esta es la disjuntiva. Y algunos gobernantes se sorprenden cuando aparece algún ciudadano disparando cuando son ellos desde el estado los que están promoviendo toda una cultura de la violencia a lo largo y ancho del planeta.

La “seguridad” que necesitan hoy las personas es la humana, inversiones en empleo, trabajo, vivienda, etc. Pero real, no de palabra.

Jesús Antonio Fernández Olmedo