Ponerse el “mono de faena”

La nefasta gestión que ha hecho el Gobierno en la pandemia arroja la misma conclusión: hay que ponerse, por parte de todos, el “mono de faena”, que no excluye la exigencia de responsabilidades en los tribunales. Políticos que gobiernan y políticos que no gobiernan deben arrimar el hombro para adoptar o apoyar las medidas que favorezcan la reconstrucción del país.

La calidad política y humana no se improvisa, es cierto. También es cierto el aforismo de que “a la fuerza ahorcan”, de modo que la hora actual requiere que todos los políticos estén a la altura de lo que necesitamos los ciudadanos, y se alejen de sectarismos o réditos electorales.

No hay que olvidar que un político está en campaña electoral permanente, sobre todo en países como el nuestro en que abundan los políticos profesionales de la política, que no han hecho nada de entidad en su vida profesional, y que, por conservar la “poltrona” política, están dispuestos a todo o casi todo. O, como dice un médico amigo mío, “en la política están los fracasados profesionalmente”; algunos ni han tenido tiempo de fracasar, porque no han intentado nada, y desde los 20 años viven del partido.

Sé que es mucho pedir, que mi petición es casi utópica, pero ojalá la situación invite a cambiar a los políticos, buscando el bien del país en estos momentos angustiosos y no el cálculo electoral de si una propuesta la hace el PSOE, el PP, Podemos, Vox o Teruel Existe. Si una propuesta de cualquiera de ellos se considera acertada, ojalá la apoyen los demás, se lleve quien se lleve el mérito mediático de ser el artífice o no. Especial responsabilidad tienen el PSOE y el PP, pues representan a la gran mayoría de los ciudadanos españoles.

Pedro García