Enemigo inesperado

Tras ver durante años al armamento nuclear como el candidato mejor posicionado para desalojar al hombre de la Tierra, es un virus el que hoy lo acorrala agazapado sin saber aún si viene de fuera o de su propia mente. Convencidos, como estábamos, de que nuestra solvencia laboral y económica garantizaría definitivamente nuestra existencia, esta pandemia nos devuelve a la realidad de que hoy podemos pasar la visa en la recepción de un hotel y mañana pasar hambre a las puertas de un banco de alimentos; creíamos que estábamos arriba en la cadena de alimentación y resulta que estábamos a merced de un virus. Es la peor forma de aprender, con el peor profesor y el peor ejemplo, pero capaz de que le prestáramos atención mientras impartía su lección.

Luis Cabaneiro Santomé