¿Hasta cuándo?

Una colisión frontal entre dos vehículos, un camión y una furgoneta, ha causado la muerte de un joven de 22 años y heridas graves a otro de 20 en la carretera N-232. Un accidente más que pasa a engrosar la ya larga y dolorosa lista de víctimas de esta vía que, paradójicamente, ni siquiera está considerada como tramo de riesgo o punto negro en el último informe del RACE y Eurorap.

Una colisión frontal entre dos vehículos, un camión y una furgoneta, ha causado la muerte de un joven de 22 años y heridas graves a otro de 20 en la carretera N-232. Un accidente más que pasa a engrosar la ya larga y dolorosa lista de víctimas de esta vía que, paradójicamente, ni siquiera está considerada como tramo de riesgo o punto negro en el último informe del RACE y Eurorap.

Perder la vida en un accidente de tráfico es de por sí una tragedia; pero es aún más dolorosa si se trata de una vida joven como la segada este domingo por una carretera que todos los partidos políticos emplean como arma arrojadiza y que ninguno soluciona de manera definitiva.

La pregunta, por enésima vez, es ¿cuántos más? ¿Cuántos ciudadanos más han de perder su vida o quedar gravemente heridos para que las administraciones más cercanas hagan algo de manera definitiva?

Parece ser, a la vista de los meros parches y medidas parciales planteadas hasta el momento, que 67 muertos y casi 396 heridos registrados en la última década aún no son suficientes para que los responsables políticos alcen la voz, peguen un puñetazo en la mesa y pidan la solución definitiva a esta sangría. No es otra que el desdoblamiento. Ojalá llegue antes que la víctima número 68.