¡Queso para todos, maños!

Se ha hecho de noche y nuestros políticos no paran de enredar, ni de medrar, los ciudadanos nos tenemos que conformar con algo de queso para las Fiestas del Pilar, mientras ellos se lo planifican y montan para el retrato y su bienestar.

Vista y oída la apertura de las Fiestas con el popular Pregón, queda públicamente reflejada la chuntarización de las mismas con la conformidad y el beneplácito del resto del cotarro político municipal para su tranquilidad, para el reposo de la peña que gobierna Aragón y en beneficio de todos ellos.

Se inició el espectáculo pregonero con unos gritos estruendosos de nuestro alcalde casi como los de un "dragón estreñido" después una bonita canción de amor y de esperanza, pero una canción no una jota, que era la protagonista de la fiesta, un desatino, una canción más apropiada para entonar en el Entierro de la Sardina o en el día de San Valentín. A continuación, un niño bien merendado hizo que nuestros pechos brincaran y nuestros ojos sollozaran para terminar sin escuchar bien ni un ¡Viva a la Virgen del Pilar! Patrona de la Hispanidad.

Así que, por todo lo visto y oído, volvemos al principio con la sospecha de que aprovechando el ejercicio del Pregón de este año ha habido un compadreo previo, de la índole acostumbrada por la casta política, para sacar adelante asuntos como, es de suponer, el campo de fútbol, la corrección de cuentas, la ventilación de negocios, el aseguramiento de escaños o al menos la conservación de alguna zona verde junto a la Uerba.

Chuntararí, tarará, ¡pregonamos y luego almorzamos!, pero sin reñir con Teruel, que, si no, solo comeremos queso y nos quedaremos sin jamón, aunque ahora esté Azcón rezándole a Labordeta para volver todos a la peseta.

Bernardo Vicente Cebollero