El mérito de ser militar en España

Vi la película "Que suene la música" que trata sobre un hecho real en el que un grupo de esposas de militares británicos se unen para formar un coro en la base militar donde están destinados sus maridos, con la intención de mitigar su ausencia mientras están de misión en Afganistán.

Me hizo reflexionar al ver las condiciones de coberturas en cuestión de acción social y conciliación del ejército del Reino Unido hacia sus miembros y sus familias. Los militares españoles también estuvieron en Afganistán y siguen estando en misiones internacionales por distintos países: Líbano, Letonia, Turquía, etc. o los marinos por los mares del mundo y como los británicos tienen familia. Nada tiene que ver las coberturas en relación a la conciliación o acción social, están a años luz de lo que ocurre en España.

Una compensación de vivienda insuficiente que ni de lejos cubre la posibilidad de alquilar en ningún lugar, una conciliación familiar deficiente, no digamos si el militar es destinado a territorios bilingües donde la escolarización de los hijos es un verdadero drama, la cobertura social ni está ni se le espera.

Si nos vamos a las retribuciones, nos encontramos con que toda la tropa tiene un salario que está muy cerca del SMI que son 1.080 euros, esto por jugarse la vida, además a ningún militar le pagan las horas extras, que son muchas, ni las guardias, servicios, ni reciben indemnización de transporte, pues desaparecido el peligro terrorista, los militares siguen con la obligación de desplazarse a su puesto de trabajo diariamente por medios propios, la mayoría de las bases se encuentran fuera de las ciudades, lo que supone un enorme gasto, riesgo personal, así como un aumento de la contaminación.

El presidente Aznar suprimió la "mili", convirtiendo a todos los miembros del ejército en militares profesionales, no echo cuentas que un ejército profesional cuesta mucho dinero.

Han pasado veintidós años, varios presidentes y las mejoras que deberían haber acometido para hacer que la vida de los militares fuera de dedicación exclusiva a su profesión resultan del todo insuficiente, tanto que casi nadie quiere seguir la carrera de las armas, unos tienen que buscar segundos trabajos para complementar el sueldo u otros marchan a cuerpos de las fuerzas de seguridad del Estado, como guardia civil o policías, con sueldos y coberturas infinitamente mejores.

Todos los ministros de Defensa y altos mandos de la Democracia, excepto los generales Gutiérrez Mellado y Alejandre, son corresponsables de haber llegado a esta situación.

Este año se ha incrementado el presupuesto de Defensa, pero desgraciadamente pese a este aumento, a este no le ha acompañado una subida de sueldo, ni mejoras en las medidas de conciliación o de acción social, tengo envidia sana de los anglosajones por el valor y consideración que dan al soldado.

Pese al abandono de las autoridades y del mando, el soldado español es el mejor del mundo, ¿saben por qué? Porque está tan mal que no tiene nada que perder. Tiene mucho mérito ser militar hoy en España.

Agustín Aznar Sánchez