El último informe de IPCC lanza una llamada de atención también para nuestro sistema alimentario

Hace dos semanas se publicó el último informe del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC, por sus siglas en inglés) para confirmar, una vez más, que el cambio climático está obstaculizado los esfuerzos para alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible al afectar el suministro de alimentos del mundo y exacerbando el hambre, cambiar los patrones de precipitaciones, derretir cuerpos de hielo, como los glaciares, y provocar fenómenos meteorológicos extremos más intensos y frecuentes.

Para ello, señala el informe, “se requieren transformaciones rápidas (dentro de la década actual) y de gran alcance en todos los sectores, incluyendo en el sector agroalimentario”. De hecho, si queremos asegurar un futuro habitable y sostenible, limitando el calentamiento a 1,5 °C (más allá de lo cual, según las investigaciones, los impactos probablemente serán catastróficos), las emisiones globales de gases de efecto invernadero deben reducirse en un 60 % para 2035.

En este sentido, las soluciones de los sistemas alimentarios son un componente crítico para alcanzar estos objetivos, ya que el sistema alimentario es responsable de un tercio de las emisiones de gases con efecto invernadero. Para ello, según señala el informe, “es necesario reducir el desperdicio alimentario, mejorar las prácticas agrícolas y cambiar el contenido de nuestras dietas, incorporando más productos de origen vegetal, como frutas, verduras, cereales, legumbres y frutos secos”.

Consejo Alimentario Municipal de Zaragoza

Como parte de la segunda parte del proyecto, que estamos llevando junto con el Ayuntamiento de Zaragoza, CERAI y Mensa Cívica, pretendemos acompañar y consolidar las experiencias emprendidas en la ciudad, como la articulación de los diferentes actores políticos y agentes de la ciudad en el Consejo Alimentario Municipal de la ciudad de Zaragoza (CALMZ).

El Ayuntamiento de Zaragoza lidera este proyecto para desarrollar un sistema alimentario saludable y sostenible a través de la articulación de diversas iniciativas alimentarias en beneficio de la sociedad, como la apuesta por la Marca de la Huerta de Zaragoza. Esto nos da esperanza en nuestra ciudad para conservar, proteger y restaurar la biodiversidad y los ecosistemas de nuestra tradicional huerta y ayudar a las personas productoras a adaptarse a los impactos climáticos.

No obstante, para que todas estas acciones sean relevantes, es necesaria una gobernanza efectiva a todos los niveles que lleve a cabo las medidas de mitigación y adaptación al cambio climático que necesitamos en nuestra ciudad (y alrededores) para beneficiar no solo nuestro bienestar humano, sino también brindar una mejor salud planetaria. Por eso, esperamos que la administración local convoque con la mayor brevedad posible una próxima convocatoria del CALMZ para definir los próximos pasos.

Avances en la compra pública alimentaria

Teniendo esto en cuenta, los Grupos de Trabajo, aprobados en la pasada sesión de mayo 2022, siguen con las acciones programadas. Por ejemplo, las entidades del grupo de trabajo de comedores saludables y sostenibles, formado activamente por CEPYME, CERAI, Colegio Oficial de Enfermería de Zaragoza, Escuela de Hostelería de Miralbueno, FECAPARAGON, Mensa Cívica, Plataforma por unos Comedores Públicos de Calidad, SAMFYC, Servicio de Cambio Climático del Gobierno de Aragón, Servicio de Salud Pública del Gobierno de Aragón y UNIZAR (Facultad de Educación y Planta Piloto de CTA, en colaboración con el Instituto Agroalimentario de Aragón) ya ha empezado a trabajar en la elaboración de una guía de contratación alimentaria saludable y sostenible orientada a los servicios del Ayuntamiento de Zaragoza con competencia en alimentación, como son las escuelas infantiles, los centros deportivos, Casa Amparo o el servicio de comidas a domicilio, entre otros. Para ello, se han revisado las prioridades y los contratos vigentes, con el fin de proponer mejoras para los próximos pliegos que se lancen a concurso. Las prioridades fundamentales que se han definido son: reducir las emisiones, destacando la prevención y reducción del desperdicio, mejorar la salud de los usuarios y promover el acceso de pequeños productores y empresas.

Transición verde y justa

El informe de IPCC señala que la equidad y la inclusión “sigue siendo un elemento central en la acción contra el cambio climático", para garantizar que las personas más vulnerables a los impactos del cambio climático puedan contribuir y beneficiarse de los esfuerzos de adaptación y mitigación climática. El informe confía mucho en que las redes de seguridad social y las políticas redistributivas que protegen a los más vulnerables pueden resolver las compensaciones para una variedad de objetivos de desarrollo sostenible, como la educación, el hambre, la pobreza, el género y el acceso a la energía. Pero, realmente, para abordar de manera efectiva las brechas de adaptación y evitar la mala adaptación, el informe dice que "la participación significativa y la planificación inclusiva, informada por los valores culturales, el conocimiento local y el conocimiento científico pueden ayudar".

Por esta razón, el proyecto también se centra en mejorar los servicios en materia de derecho a la alimentación a través de la coordinación con Servicios Sociales. Ya se ha empezado a trabajar con las personas responsables de cuatro Centros Municipales de Servicios Sociales de nuestra ciudad para llevar a cabo una formación sobre alimentación saludable y sostenible, con el fin de identificar los retos y las oportunidades relacionadas con la nutrición y alimentación de las personas vulnerables con las que trabajan las personas participantes y establecer las bases de los proyectos piloto a ejecutar en cada barrio a partir de septiembre de este año.

En concreto en el barrio de Las Fuentes, se llevará a cabo una Feria de Salud Comunitaria el viernes 9 de junio, en la que vamos a organizar diversas actividades, como un taller de teatro para reflexionar sobre lo que ponemos en nuestros platos y su impacto en nuestra salud, nuestra comunidad y el planeta. Una propuesta creativa y transformadora para reflexionar conjuntamente sobre cómo transitar hacia sistemas agroalimentarios que apuesten por la soberanía alimentaria.

En los próximos meses también tenemos pensado llevar a cabo diversas actividades encaminadas a prevenir y reducir el desperdicio alimentario en nuestra ciudad y promover un consumo crítico entre toda la ciudadanía. Porque el futuro de nuestro clima y nuestra ciudad puede ser mejor, si todos y todas trabajamos para cambiarlo.

Mensa Cívica / CERAI