El obispo de Tarazona ofrece las instalaciones de la diócesis a los municipios que las necesiten

El obispo de Tarazona, Eusebio Hernández, ha presidido la eucaristía de este domingo en la Catedral
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El obispo de Tarazona, Eusebio Hernández, ha anunciado en la homilía de la misa de este domingo el ofrecimiento de las instalaciones de la diócesis a los municipios que puedan necesitarlos. El prelado también ha animado a los sacerdotes de la diócesis a que donen parte de su paga para ayudar a todos aquellos afectados por la crisis del coronavirus.

“Como gesto de solidaridad el obispado ya comunicó hace tiempo a los alcaldes de los municipios de la diócesis que pueden contar con las instalaciones diocesanas si fuesen necesarias. La iglesia está siempre a vuestro servicio”, ha indicado Eusebio Hernández. “Edificios como el Seminario diocesano o conventos serían algunas de las instalaciones que se podrían utilizar en caso de que alguna localidad tuviera necesidad”, ha añadido el prelado.

Asimismo, el obispo de Tarazona se ha dirigido a los sacerdotes de la diócesis a los que ha invitado a donar parte de su “módico salario”. “Queridos hermanos sacerdotes, ayudemos espiritual y materialmente a todos aquellos que nos necesitan en esta crisis del coronavirus. Os invito a que, además de que sigáis reconfortando y prestando vuestro consuelo a los que os lo pidan, donéis también parte de vuestra sencilla mensualidad como reflejo de vuestra misericordia, esa misericordia que celebramos hoy de manera especial”, ha señalado.

Por otro lado, el obispo ha añadido que “vivir la Pascua en medio de la pandemia es una oportunidad para fortalecer el sentido de misericordia y comunidad y ha animado a todos a sentir el “contagio” de Jesús el resucitado y no el del coronavirus.

En su homilía, el obispo de Tarazona ha hecho suyas las palabras del Papa Francisco en las que recuerda a los enfermos, a los fallecidos y a sus familias y en las que le pide al Señor que los acoja en su Reino y dé consuelo y esperanza a los que están superando la prueba, especialmente a los ancianos y a aquellas personas que se encuentran solas.

Además, ha invitado a abrir las puertas que “tengamos cerradas en nosotros mismos” y a sentir “cómo se despierta el amor de quien nos ama y el amor que nos brota ante quienes amamos” y ha abogado por construir entre todos una nueva sociedad que sea “más humana” y “más cristiana”, ha indicado.

El obispo de Tarazona ha presidido la eucaristía de este domingo -conocido como Domingo de la Divina Misericordia- en la Catedral a puerta cerrada, y sus palabras han llegado a los feligreses gracias a la retransmisión que a diario se realiza a través de Facebook.