El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha augurado este martes que “a finales de junio estaríamos en la nueva normalidad si la evolución de la epidemia está controlada en todos los territorios”.
Así lo ha avanzado en su comparecencia desde el Palacio de La Moncloa, después de que el Gobierno aprobase el plan de desescalada en el que “no hay un calendario cerrado”, sino que se irá caminando de manera “asimétrica” y “no todos a la misma velocidad, pero sí con las mismas reglas” en esa vuelta a la cotidianidad.
Durante la comparecencia, ha enumerado que el plan conlleva cuatro fases y que, en cada una de ellas, como mínimo, se estará dos semanas porque es el tiempo de incubación de la Covid-19. “Avanzaremos en cada lugar tan rápido como lo permita el control de la epidemia; y tan lento como lo exija la protección de la salud de los ciudadanos”, ha destacado.
Pedro Sánchez ha anunciado que la desescalada del estado de alarma será “gradual, coordinada y asimétrica” entre territorios, de manera que “no habrá movilidad entre provincias o islas hasta alcanzar la normalidad” tras la pandemia por Covid-19.
Sánchez ha confirmado que volverá a pedir una “prórroga del estado de alarma de 15 días” cuando el próximo 10 de mayo concluya la actual, en la que han comenzado a aplicarse medidas para aliviar el confinamiento con las salidas de los niños a la calle durante una hora al día y las de mayores o personas que quieran hacer ejercicio individualmente el próximo fin de semana.
Ha señalado que el “horizonte” del estado de alarma es de “como mínimo seis semanas u ocho” de acuerdo al plan de desescalada aprobado por el Consejo de Ministros y que contempla fases diferentes que se irán aplicando por provincia o isla de España a medida que se reduzcan los contagios y los fallecimientos en cada uno de estos territorios.
Sin embargo, no ha querido decir expresamente que el estado de alarma durará hasta el mes de julio, puesto que cuando uno de los periodistas le preguntó expresamente por esa fecha se limitó a confirmar simplemente que pedirá una nueva prórroga la próxima semana para que siga más allá del 10 de mayo.
Sánchez ha hecho esfuerzos por justificar y minimizar el hecho de que el Gobierno lleve casi dos meses con poderes extraordinarios con motivo del estado de alarma y que pueda estar otros dos meses más. Para ello, ha argumentado que “más de 20 países en Europa” están en una situación “semejante” y recomendó “no perder el contexto de que esta es una pandemia global” y que “la mayor parte de los Estados están planteando estados de alarma” para frenar la crisis sanitaria del coronavirus.